Un espectáculo inspirado en la sonoridad y los patrones de confección de las antiguas fábricas textiles, así como en las memorias de sus trabajadoras y sus cantos. Una celebración del trabajo colectivo, la solidaridad y la sororidad.
Sinopsis
Las barcelonesas Tarta Relena, el dúo galaico-catalán Los Sara Fontán y las occitanas Cocanha se han unido por vez primera en formato de sexteto para investigar, componer e interpretar en directo una obra de nueva creación partiendo de patrones numéricos de fabricación textil como el que da título al espectáculo, antiguos cantos de trabajo, sonidos mecánicos y narraciones basadas en testimonios sobre la vida en las fábricas. El proceso de creación ha sido gestado y desarrollado en Fabra i Coats, en el pasado uno de los principales centros de producción textil de Cataluña y, hoy, una conocida fábrica de creación. Tarta Relena, Cocanha y Los Sara Fontán exploran también el diálogo entre sus profesiones, relacionadas con la creación artística, y las vinculadas al textil, dos formas de habitar el mismo espacio en diferentes tiempos.
Reinterpretar los cantos de trabajo de las mujeres del textil nace del deseo de mantener el hilo de la memoria de una cultura popular rica y poco reconocida. Traducir los patrones numéricos de fabricación textil en composiciones musicales nace del deseo de encontrar la memoria del hilo: el código interno que marca el ritmo —repetitivo y preciso— del trabajo colectivo.
Este espectáculo une por primera vez a tres dúos que comparten el afán de innovar y reimaginar: Tarta Relena, que han sacudido el universo folk con una reinterpretación cuidadosa y contemporánea del canto mediterráneo; Cocanha, que están al frente de un movimiento de recuperación de la cultura occitana, actualizándola con visión de presente y perspectiva feminista; y Los Sara Fontán, que llevan un instrumento clásico como el violín a cotas de experimentación inéditas, explorando todo tipo de estilos y empleándolo en piezas de poesía, danza, instalaciones museísticas o bandas sonoras.
La voz y el ritmo son los grandes protagonistas de una puesta en escena que parte de unidades simples, pero que, sumadas, confeccionan un tejido sonoro complejo, enérgico y delicado. Una celebración del trabajo en comunidad y del canto más allá de los escenarios: el canto colectivo en la vida cotidiana, para acompasar los gestos de un trabajo, para sentirse acompañado o para evadirse de todo y de todo el mundo.
