El director y dramaturgo Albert Arribas nos trae a escena una obra capital del teatro europeo L’Opérette imaginaire del suizo Valère Novarina con un reparto de lujo: Mònica Almirall, Màrcia Cisteró y Oriol Genís.
Sinopsis
Opereta Imaginària es una gran parodia de las convenciones teatrales que a la vez es explícitamente una fascinante celebración del teatro, con su palabra viva a pesar de los vacíos y los abismos de la significación, y con la presencia magnética, monstruosa y cautivadora de los actores y las actrices.
Valère Novarina es unos de los grandes autores del teatro europeo. Su escritura conecta como lo hacen pocas la lúdica dimensión popular del arte escénico con la irreverencia radical de una poética vanguardista. Y esto es así porque, por encima de todo, para Novarina los actores son centauros que —gracias a la mágica simbiosis entre cuerpo y palabra— encarnan el vértigo de la existencia humana con una fugacidad del todo magnética.
SOBRE OPÉRETTE IMAGINARIE
¿Qué es una opereta? Es un diminutivo. Una forma más corta, a la cual se ha sacado toda la grasa teatral, un drama tan concentrado que se desnuda del sentimiento humano. La opereta se consigue por erosión: quedan los restos sólidos, las aristas rítmicas, la estructura, los emotivos restos humanos. En la opereta, el hombre conmueve por su ausencia: «Reconoceréis los huesos humanos porque llevaban ojos». Música que sube y baja: una opereta trastorna. En el suelo del escenario, alborotada, la música florece donde menos se espera; el canto inesperado suplanta la palabra, como una primavera repentina… ¿Por qué cantan los que cantan? ¿Cantan porque mienten? ¿Cantan de emoción? ¿Cantan por lapsus? ¿Se mienten todo lo que cantan? O, por el contrario, ¿son Marranos que dicen con música todo lo que no se siente con palabras? El acordeón los suspira: ni dios ni dueños. La opereta, siempre llena de fuego, tiene como estribillo la frase de Arthur Cravan: «Es más meritorio descubrir el misterio en la luz que en la oscuridad».