Millennial Revolution son cinco cuadros que nos hablan de arte y revolución. De como el arte ha expresado la revolución y de como la revolución ha servido como materia artística. Un espectáculo inmersivo con mirada crítica y generacional.
Sinopsis
A partir de los mecanismos de representación de tres revoluciones históricas –la Francesa, la Rusa y la Cubana–, la obra plantea la dicotomía entre la participación activa y directa y la pasividad de la crónica distanciada, pasividad que en este caso se materializa en la creación de la obra artística. Una obra de arte que con el tiempo acontece un icono, un símbolo representativo de la lucha, una romantización de la violencia distanciada del hecho real. La revisión de estos iconos revolucionarios en medio de la era de la viralización de la imagen gracias a las redes sociales nos tendría que hacer pensar en cómo construimos nuestro imaginario como sociedad en función de las imágenes.
Es por todo esto que partimos de la iconografía de unas revoluciones caducas y la pasamos por el filtro de la mediación audiovisual, con todo el que esto comporta: collage, fragmentación del discurso, aceleración y frenesí de las imágenes; inmediatez, consumo y viralización. Porque la generación millennial vivimos en medio del que hoy en día podríamos denominar “la sociedad de la imagen y la representación”: un simulacro de realidad, en palabras de Baudrillard, o una sociedad del espectáculo, según Guy Debord.
El que tenemos claro es que la imagen ha sustituido el cuerpo presente y que la acción se ha visto superada por la tentativa. Y de esta tentativa de acción frustrada, en conjunción con la sobresaturación de imágenes, nace #Millennial Revolution, la iconografía revolucionaria de una generación.
Castellano
A partir de 18 años
A partir de los mecanismos de representación de tres revoluciones históricas –la Francesa, la Rusa y la Cubana–, la obra plantea la dicotomía entre la participación activa y directa y la pasividad de la crónica distanciada, pasividad que en este caso se materializa en la creación de la obra artística. Una obra de arte que con el tiempo acontece un icono, un símbolo representativo de la lucha, una romantización de la violencia distanciada del hecho real. La revisión de estos iconos revolucionarios en medio de la era de la viralización de la imagen gracias a las redes sociales nos tendría que hacer pensar en cómo construimos nuestro imaginario como sociedad en función de las imágenes.
Es por todo esto que partimos de la iconografía de unas revoluciones caducas y la pasamos por el filtro de la mediación audiovisual, con todo el que esto comporta: collage, fragmentación del discurso, aceleración y frenesí de las imágenes; inmediatez, consumo y viralización. Porque la generación millennial vivimos en medio del que hoy en día podríamos denominar “la sociedad de la imagen y la representación”: un simulacro de realidad, en palabras de Baudrillard, o una sociedad del espectáculo, según Guy Debord.
El que tenemos claro es que la imagen ha sustituido el cuerpo presente y que la acción se ha visto superada por la tentativa. Y de esta tentativa de acción frustrada, en conjunción con la sobresaturación de imágenes, nace #Millennial Revolution, la iconografía revolucionaria de una generación.
- Compañía:
- Dirección:
- Dramaturgia:
Gabriel Jiménez - Escenografía:
Ona Grau - Iluminación:
Iris Romero - Sonido:
Gerard Bosch - Audiovisuales:
Paula Ten - Producción:
Colectivo NFT (Non Futured Theare)
Teatre Eòlia - Año de la producción: