La vida y la carrera del creador del payaso moderno Marceline Orbés (Isidro Marcelino Orbés Casanova), un hombre nacido al sur de los Pirineos, reviven en un montaje de La petita malumaluga con música en vivo, movimiento y tecnología aplicada a la escena y dirigida a los bebés, los niños y las personas adultas.
En escena, una bailarina, una cantante lírica y un cuarteto de cuerda formado por un violonchelo, dos violines y una viola. Además, una voz en off permite al público adulto disfrutar también de una dramaturgia madura y vincularla a los niños. El espectáculo pretende ser un respetuoso homenaje a las artes escénicas, al romanticismo y a las luces y sombras de quienes dedican su vida al arte. Una mirada radicalmente interactiva a las artes escénicas contemporáneas y a las de los inicios del siglo XX. Una invitación a reflexionar sobre el papel del arte en nuestra sociedad, con una propuesta dirigida a todo tipo de público que invita a la libre expresión y participación de los bebés, y a la vinculación de intérpretes y niños mediante objetos tecnológicos interactivos desarrollados por la compañía.
Sinopsis
Muy pocos han oído hablar de Marceline Orbés (Isidro Marcelino Orbés Casanova), un hombre nacido en Jaca en 1873 que fue payaso, mimo, acróbata, cómico y artista de circo, tanto en Barcelona, donde comenzó su carrera, como en los EE. UU., el país que le otorgó la nacionalidad a partir de 1922. El New York Times lo consideraba el mejor payaso del mundo. Fue el maestro de Charles Chaplin y el referente del gran Buster Keaton. Toda una estrella, actuó con Houdini y se decía que una princesa india lo veía en cada actuación y le enviaba joyas para seducirlo. Pero el nuevo arte del cine que llegaba en ese tiempo puso fin a su momento y aquel auténtico fenómeno mundial quedó olvidado en pocos años.
Ahora, La petita malumaluga recupera su historia con Eva, la posible rebisnieta del gran Marceline que anhela una carrera artística recordando la historia y el trágico final de su tatarabuelo.