Montserrat Carulla: Iaia!

Han pasado más de quince años, pero todavía conservo dentro de mi cabeza las imágenes de la magistral interpretación de Montserrat Carulla en La reina de la belleza de Leenane. En aquel momento, yo todavía era un adolescente y me faltaba muchísimo por aprender de las artes escénicas (y tengo que decir que cuando más aprendo, más consciente soy de que menos sé), pero la gran Carulla me cautivó con su poderosa actuación y tuve el privilegio de asistir a una clase magistral de teatro, que de alguna forma u otra me marcaría. Ahora, aquella dama del teatro catalán se despide de los escenarios y mi presencia en la platea era obligatoria, ya sea para disfrutar por último vez de ella cómo para darle las gracias por todo lo que me ha ofrecido.

Esta Iaia! es una comedia con toques dramáticos ágil y entretenida. Quizás peca de previsible, pero se le perdona por sus buenas intenciones y por los buenos sentimientos que transmite, los cuales consiguen que el espectador pase un buen rato en su butaca. Por otra parte, las interpretaciones son destacables y los actores cargan con el peso de la obra de una forma eficiente. Cómo era de esperar, Carulla ladra su personaje y su nieto en la vida real le hace una replica de la cual se puede sentir muy orgullosa, sin menospreciar el irritante personaje que interpreta Vicky Luengo, reflejo de una edad en que no sabe qué se quiere ni hacia donde ir, a pesar de tener muchos conocimientos, pero en los que se carece de la experiencia que proporciona el paso del tiempo. Así pues, nos encontramos con un espectáculo sin grandes pretensiones que convencerá y hará pasar un rato agradable al público mayoritario, sirviendo a la vez para despedirse escénicamente de esta dama del teatro. Gracias señora Carulla!

Con más de 50 años de carrera profesional en la espalda, Montserrat Carulla ha escogido despedirse de los escenarios donde tantas emociones ha vivido y propiciado con una propuesta hecha en familia. Yaya! es una obra escrita y dirigida por Roger Peña, su hijo, con un papel hecho a medida para ella y otro por su nieto, el actor Aleix Peña. Lo más cuidado del espectáculo, ciertamente, es el personaje de Carulla, muy cercano a los roles del teatro y la televisión que la han hecho tan popular y querida. La actriz luce su carisma y su ternura con comodidad en esta comedia que, en términos generales, resulta bastante fallida. Porque, más allá del necesario y merecido homenaje a esta dama de la escena, la historia no es más que una amalgama de ideas, la mayoría a medio camino de sus propósitos. Así, ni consigue ser del todo cómica, ni trágica, ni profunda, ni romántica. En este sentido, Carulla está muy por encima del producto. Desgraciadamente, se ha optado por dar el protagonismo a la joven (y no lo suficientemente interesante) pareja donde, además, la chica (actualmente, Katia Klein) es especialmente irritante. Sin embargo, la complicidad entre abuela y nieto es muy tierna y transmite la verosimilitud que, en muchos momentos, le falta al texto, más entregado a los secretos y traumas del muchacho que en estructurar el drama. Por suerte, el montaje también contiene algunos momentos graciosos, dulces e, incluso, mágicos, donde Montserrat Carulla verdaderamente brilla como ella sabe y como siempre será recordada.