Dealing with Clair

Dealing with Clair, de Martin Crimp, se etrenó en 1988 a raíz de la desaparición de Suzy Lamplugh, una agente inmobiliaria del oeste de Londres que desapareció después de reunirse, con un misterioso cliente anotado en su diario como “Sr. Kipper”.

Martin Crimp tiene un don para el lenguaje que es complejo y sutilmente claro; Las repeticiones resuenan alrededor de la sala, mientras los personajes esquivan las cuestiones obvias del dinero, la codicia y la explotación. Esta es una incursión satírica en el mercado de la vivienda, destacando lo poco que hemos aprendido desde el auge de la vivienda (y el colapso posterior) de los años 80; la codicia de las clases medias aspirantes; y el arrebato de desdén por “la ayuda”. Esta es una obra centrada en el privilegio, que toma sin necesidad y lo pone todo en ventaja.

Sinopsis

Venta de casas. No es para siempre ¿Quién sabe lo que voy a hacer? Tal vez cometer un asesinato y simplemente … desaparecer. Está bien. Desaparecer.

Mike y Liz, nuestros “honorables” vendedores que están ansiosos por vender su casa. Tienen un bebé, pero prefieren que su niñera Anna se encargue de él. James, un misterioso comprador, que puede pagar en efectivo, aparentemente dispuesto a cumplir y superar el precio de venta y cuyas verdaderas intenciones están lejos de ser claras. Clair – atrapada en el medio, la apacible y complaciente agente inmobiliario. La miran con asco, se burlan, y es el objeto de la mirada voyeurista masculina. Y, por último, Ashley, el constructor, el único personaje alentador, el único que ve dónde están las grietas reales (tanto estructurales como humanas).

Idioma:
Inglés
Sinopsis

Venta de casas. No es para siempre ¿Quién sabe lo que voy a hacer? Tal vez cometer un asesinato y simplemente … desaparecer. Está bien. Desaparecer.

Mike y Liz, nuestros “honorables” vendedores que están ansiosos por vender su casa. Tienen un bebé, pero prefieren que su niñera Anna se encargue de él. James, un misterioso comprador, que puede pagar en efectivo, aparentemente dispuesto a cumplir y superar el precio de venta y cuyas verdaderas intenciones están lejos de ser claras. Clair – atrapada en el medio, la apacible y complaciente agente inmobiliario. La miran con asco, se burlan, y es el objeto de la mirada voyeurista masculina. Y, por último, Ashley, el constructor, el único personaje alentador, el único que ve dónde están las grietas reales (tanto estructurales como humanas).

Ficha artística
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