Sinopsis

No sé porqué he escrito este texto.No sé porqué he escrito este texto.

No sé porqué ustedes lo están leyendo.

Les podría haber enviado un mensaje (si tuviera el número de todos ustedes).
Mejor un whassap, que es gratis.
Incluso llamarlos por Skype.
También podría haber publicado este texto en Facebook, en Twitter (o en Tuenti, si tuviera 18 años) y así se enterarían miles de “amigos y seguidores”, y ustedes también, que no tienen porqué ser ni una cosa ni la otra. Incluso podría haber colgado un video en Youtube y pasarles el link para que se lo descargaran.
Claro, que tal vez lo más sencillo hubiera sido escribirlo en mi blog y que ustedes lo pudieran leer en sus nuevas tablets de última generación.
Cómo ha cambiado el cuento.
Me acuerdo, cuando (no hace tanto) escuchaba música en un walkman, con un cassette en el que cabían 30 canciones (eso sí, 15 por cada cara) y ahora mi hijo lleva un Mp4 con más de 5.000 temas. De los que por cierto, no creo que conozca más de 30.
¿Nos dejará secuelas el haber pasado tan rápidamente del futbolín a la Wii y la PSP? ¿O del fijo al smartphone, del fax al mail, del Larousse a la Wikipedia, de la agenda al Ipad, de María Luisa Seco a Belén Esteban, del Monopoly a los Angry Birds, de la radio al Shazzam, de la tele al Youtube, del médico de cabecera al cirujano plástico, de la gimnasia al pilates, de El Lute a Urdangarín, etc…?
Antes , las únicas redes que conocíamos eran las de tenis y las de los pescadores. Ahora sabemos que las “redes” son sobre todo sociales.
¡Uf, cuántas cosas de las qué hablar!
Claro, que conociendo a Corbacho (me encanta hablar de mí en tercera persona), tampoco es que nos vaya a aclarar nada nuevo sobre todo eso. O tal vez sí. Pónganse cómodos y con “buena cobertura”…que allá vamos!
Ah! Y sobre todo……Gracias por venir.
Jose Corbacho

Idioma:
Castellano
Sinopsis

No sé porqué he escrito este texto.No sé porqué he escrito este texto.

No sé porqué ustedes lo están leyendo.

Les podría haber enviado un mensaje (si tuviera el número de todos ustedes).
Mejor un whassap, que es gratis.
Incluso llamarlos por Skype.
También podría haber publicado este texto en Facebook, en Twitter (o en Tuenti, si tuviera 18 años) y así se enterarían miles de “amigos y seguidores”, y ustedes también, que no tienen porqué ser ni una cosa ni la otra. Incluso podría haber colgado un video en Youtube y pasarles el link para que se lo descargaran.
Claro, que tal vez lo más sencillo hubiera sido escribirlo en mi blog y que ustedes lo pudieran leer en sus nuevas tablets de última generación.
Cómo ha cambiado el cuento.
Me acuerdo, cuando (no hace tanto) escuchaba música en un walkman, con un cassette en el que cabían 30 canciones (eso sí, 15 por cada cara) y ahora mi hijo lleva un Mp4 con más de 5.000 temas. De los que por cierto, no creo que conozca más de 30.
¿Nos dejará secuelas el haber pasado tan rápidamente del futbolín a la Wii y la PSP? ¿O del fijo al smartphone, del fax al mail, del Larousse a la Wikipedia, de la agenda al Ipad, de María Luisa Seco a Belén Esteban, del Monopoly a los Angry Birds, de la radio al Shazzam, de la tele al Youtube, del médico de cabecera al cirujano plástico, de la gimnasia al pilates, de El Lute a Urdangarín, etc…?
Antes , las únicas redes que conocíamos eran las de tenis y las de los pescadores. Ahora sabemos que las “redes” son sobre todo sociales.
¡Uf, cuántas cosas de las qué hablar!
Claro, que conociendo a Corbacho (me encanta hablar de mí en tercera persona), tampoco es que nos vaya a aclarar nada nuevo sobre todo eso. O tal vez sí. Pónganse cómodos y con “buena cobertura”…que allá vamos!
Ah! Y sobre todo……Gracias por venir.
Jose Corbacho

Ficha artística
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Opiniones del espectáculo 3
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  • JOSE GABRIEL DEL VIEJO
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