A partir del concepto de ventana como una abertura en un muro para dar espacio al aire ya la luz, surge “Adesso la ventana”: la versión escénica de un libro con el mismo nombre.
Entre dos mundos, las palabras de un libro y una escritora, una bailarina aparece con puente, el cuerpo es un umbral.
Imaginemos esta nueva prenda como una casa.
Sinopsis
El teatro y la casa se oponen en lo que se refiere a la noción de ritual público y privado. El escenario no pretende estar aquí un lugar de demostraciones, sino un lugar íntimo de manifestaciones para poder salir de los márgenes físicos de nuestro entorno y observar las tensiones de las fuerzas que rigen la propia idea de vida. Un espacio cuadrado ocupado por objetos y recuerdos.
En esta nueva creación nos centramos en un aspecto de la casa: La ventana. Con la significación según el diccionario: una abertura en un muro para dar espacio al aire ya la luz comienza la labor compositiva. Este trabajo intenta cuestionarse sobre los fragmentos, recortes de vida, situaciones que se dejan ver a través de un marco. El cuerpo como una ventana y la mirada del otro como una posibilidad para ingresar a él.
Más allá del estudio actual que se pueda hacer en lo arquitectónico, simbólico y virtual, la materia ventana resulta desde sus orígenes una necesidad vital del ser humano, un foco que le conecta con una realidad atmosférica y sensorial. Allí está, según esta búsqueda, la clave para ver el mundo y abrirse.
En el siglo XXI en pleno caos, convulsión y conflictos globales, los ejes siguen siendo los mismos: la vida y la muerte, el amor y la soledad, el hambre y el exceso de recursos, la carencia de justicia y el futuro. Como en un sistema necrófilo estamos, hemos elegido un personaje muerto en el que su historia de vida reúna gran parte de los temas mencionados anteriormente.
Son los años 70 en Argentina, en plena dictadura militar la escritora romana Norma Carino de Patini llega a su hogar en el barrio de Montserrat, Buenos Aires. Acaba de robar y se dispone a escribir. Objetos inútiles, viejos papeles, animales reales, fantásticos e imaginarios conviven con la peculiar italiana. Las misteriosas bipolaridades entre el recuerdo y la imaginación entre el dato biográfico y la línea ficcional serán puestas en evidencia a través de la intérprete que entra a jugar en el espacio escénico.
La idea del fantasmal como el inexistente en carne, correspondiente a un tiempo pasado también es un punto de reflexión en este abordaje, poniendo lo fantasmal como algo carnal y del futuro como un tiempo que se materializará a partir de situaciones inesperadas.
