Pulmons

Los grandes textos teatrales, cómo hemos visto muchas veces, no necesitan muchos trucos ni parafernalia más allá de la propia palabra y unos buenos actores. Con sólo una cama como escenografía, Pulmons nos presenta un análisis exhaustivo del proceso emocional que supone la decisión de traer una nueva vida al mundo. A través de la buena química de los actores Pau Roca y Carlota Olcina, la interpretación de los cuales es pura naturalidad, asistimos a las diferentes fases, dudas, obstáculos y discusiones de una pareja cualquiera enfrentada con la responsabilidad más grande que puede asumir una persona. Escrita por el escritor inglés Duncan Macmillan, la estructura de la obra es inteligente, dinámica, fresca y no tiene miedo de nada; transcurre sin problemas del drama más doloroso a la comedia más ligera, de los diálogos más frívolos a las cuestiones más filosóficas, con gran conocimiento de las relaciones amorosas y la naturaleza humana. Además, las transiciones en el espacio y el tiempo, los momentos de intimidad sexual o los viajes en coche están resueltos con mucha habilidad por la directora Marilia Samper que demuestra un gusto especial por la sencillez en la puesta en escena. Esta sencillez, que también encontramos en la forma en que está escrita, es sólo aparente, puesto que la trama es psicológicamente muy compleja; sin embargo, al mismo tiempo, se muestra diáfana exponiendo las inquietudes de los personajes (especialmente, las de ella), haciéndolas, en su confusión, accesibles a todo el mundo. Probablemente, no era necesario llevar tan lejos la historia (el epílogo es un poco pretencioso) pero, en todo caso, el atrevimiento es tan comprensible como perdonable, sobre todo, valorando la montaña rusa de sensaciones que nos hacen vivir y la cantidad de preguntas que quedan sin respuesta para que cada espectador reflexione por su cuenta. Ojalá, por cierto, el teatro abriera debates como este más a menudo.

¿Es ahora un buen momento? ¿Estamos realmente preparados? ¿No nos estaremos precipitando? Respira… ¿Y si no lo amo? Estamos pensando en crear vida ¿nos damos cuenta realmente de la importancia de lo que esto representa? No será un capricho? Relájate… Mi cuerpo cambiará ¿nuestra relación se verá afectada? ¿Seré un buen padre? ¿Es ético traer otra persona perdida en este mundo de mierda? Déjame un minuto para pensar…

La productora teatral Sixto Paz nos plantea la que podría ser la decisión más importante de una pareja. Una cama, una mujer y un hombre. A su alrededor gira el conjunto de miedos, anhelos, preocupaciones, ilusiones y dudas que la mente humana se puede llegar a plantear a la hora de tener un hijo. Con un guion cuidadoso, una historia de amor honesta, una escenografía minimalista y unos actores excepcionales -una maravilla disfrutar de la química entre Carlota Olcina y en Pau Roca-, la obra de Duncan Macmillan deja de ser una mera representación para convertirse en un delicioso placer para los ojos, las orejas y el alma del espectador.

La joven compañía Sixto Paz apuesta por un nuevo espectáculo utilizando el método de la taquilla inversa a Sala Beckett con Pulmons.
Marilia Samper dirige con mano maestra la pieza del dramaturgo británico Duncan Macmillan y lo hace con un reparto que encaja a la perfección: Pau Roca y Carlota Olcina.

Ambos personajes cargan todo el peso de una obra que tiene como punto de partida la reflexión en torno a tener un hijo (o no). Este será el detonante porque asistimos a una revisión de los miedos, contradicciones y dificultades que tienen las parejas del S.XXI. El espectador se ve reflejado fácilmente en estos dos jóvenes que se preocupan por su carrera, por su futuro, por el planeta que estamos dejando, por el cambio climático, por la responsabilidad de traer alguien al mundo… Y nos demuestran que es posible alargar esta lista hasta quedarnos, justamente, sin aire a los pulmones.

Somos la generación del miedo y todo apunta que tenemos motivos para serlo. O esto, o aprender a respirar.

Dos actores, una cama y no mucho más de una hora para disfrutar como un niño. Porque de niños va la cosa… Pulmons es un texto ágil, sencillo, inteligente y divertido, lleno de ocurrencias y con unos personajes que se hacen amar. La pareja podría ser cualquiera (tus padres, tus amigos, tú mismo…) y Pau Roca y Carlota Olcina se ponen en la piel de los personajes con una conexión, una verdad, que magnifica el gustirrinín voyeurista del espectador teatral. Los dos están fantásticos, pero el papel de ella encandila con las extremadas reflexiones cerca del ataque de nervios.

Buena dirección, buena interpretación, buen texto, buena coreografía y resolución escenográfica… Lo tiene todo. Pulmons es uno de los espectáculos imprescindibles de este semestre. No os durmáis para reservar vuestras entradas: se han agotado para todas las sesiones de la semana próxima y no tardarán a adjudicarlas todas.

La historia de una pareja que con la excusa que quieren tener un hijo, nos explican sus miedos, su día a día. Hablan de ellos, de la vida, de los problemas, de la sociedad y donde los espectadores nos convertimos en simples voyeurs.

Y lo mejor de todo, encontramos química entre Pau Roca y Carlota Olcina. Desde el inicio nos podemos creer que son pareja. El juego de miradas, como se cruzan las manos, como se tocan, se acarician. Han trabajado mucho para que nos podamos creer que hay química entre ellos.

La dirección de actores para hacerlo creíble, parece que no se ha tenido que trabajar al creerlo. Sin cambios de vestuario, ni de escenografía han hecho el que es más difícil en el teatro. Creerte como van vestidos, donde están o directamente el paso del tiempo. Con un mínimo de elementos renace la magia.

Genial el hecho que con una vuelta, un giro o un cambio de entonación te transporta en otro instante de la historia que nos quiere explicar.

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Pulmons se pudo ver hace un año en la Sala Beckett, donde había una cama de matrimonio como único elemento de escenografía. A partir de aquí, Carlota Olcina y Pau Roca encarnaron la vida de una pareja, desde el enamoramiento hasta la vejez y la muerte. El espectador pronto deja de ver dos jóvenes y una cama, puesto que el texto y la interpretación de los actores le hacen imaginar rápidamente los escenarios de una pareja que va envejeciendo mientras pasa por todo tipo de vicisitudes. La obra es enérgica, cercana y muy cotidiana. Por esto nos sentimos tan nuestros los personajes y la historia.

La trama de la obra está muy bien construida, pues la pareja pasa todo tipo de momentos y situaciones, incluyendo una ruptura que parece definitiva pero que al final les vuelve a unir. Es decir, tiene planteamiento, nudo y desenlace; aunque no haya un conflicto claro y definido ni pasen cosas extraordinarias, no deja de ser una reflexión sobre el mundo de la pareja a lo largo de todas sus fases. A pesar del minimalismo escénico, en ningún momento se hace aburrida, porque tanto el texto como la interpretación hacen que estemos siempre en tensión por saber qué va a pasar.

Duncan MacMillan ha concebido esta obra como una conversación, donde la fuerza radica precisamente en el texto y no en la escenografía. Y realmente, consigue el efecto deseado. No es un tranche de vie, como dirían los franceses, sino que es la vida misma, resumida en una hora y media. Y no encontramos a faltar nada, las palabras lo llenan y lo envuelven todo.

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Todas las parejas se plantean en algún momento de su historia el hecho de tener descendencia. Y, un vez decidido, todas ven cómo les cambia la vida. Pulmons retrata precisamente este momento de la historia de dos personajes. Con una dirección y unas interpretaciones impecables, emocionantes y cargadas de matices, sospecho que al gran éxito del montaje también ha contribuido el hecho de que Pulmons afronta un tema con el que mucha gente puede identificarse. Un tema universal, con un enfoque moderno y una puesta en escena excelente han sido los culpables del efecto boca-oreja que ha convertido Pulmons en uno de los éxitos de la temporada.

Un espectáculo muy recomendable para todos aquellos que se plantean las eternas preguntas sobre la paternidad.

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No es ningún secreto que las relaciones de pareja son uno de los grandes retos dentro de nuestras trayectorias vitales. No es fácil encajar dos personalidades diferentes o comprender a la persona que tenemos al lado (o a un mismo). De hecho, este es un tema recurrente en muchas películas, obras de teatro o novelas, pero no por eso puede resultar menos interesante, sugerente e, incluso, fresco. Este es el caso de Pulmons, una obra que profundiza en las situaciones cotidianas de la pareja para hablar de los temas trascendentees de esta, utilizando una estructura original, dinámica y del todo acertada. Precisamente, es esta forma de explicar los momentos más íntimos la que la hace especial, logrando unos niveles de realismo realmente altos.

Por otro lado, la dirección de Marilia Samper es un clara aliada del texto, puesto que consigue transmitir la frescura y la cotidianidad de este con la ayuda de unos excelentes actores. Además, los movimientos coreográficos para marcar las diferentes transiciones son un acierto, proporcionando un dinamismo y una personalidad propia a la representación. También encuentro acertada la escenografía, la cual consiste sólo en una cama, a pesar de que se utiliza también con otras finalidades a lo largo de la representación. Esta, todo y su sencillez aparente, confiere un gran valor simbólico como representatividad del núcleo de una pareja. Por último, pero no menos importante, hay que destacar el gran trabajo actoral que hacen en Pau Roca y Carlota Olcina, los cuales defienden con mucha naturalidad sus personajes, haciendo un trabajo meritorio en el que tienen que pasar por diferentes registros en sólo unos segundos. Un trabajo realmente complicado, al que se añade la poca distancia a la que se encuentran los espectadores, y que logran con mucho de éxito.

Un actor, una actriu, un llit i un text intel·ligent i còmplice. Tot això és el que es necessita per obtenir l'èxit sorpresa de la temporada. Un èxit que es deu a molts factors, però sobretot a la proximitat d'un argument i d'uns diàlegs que ens ajuden a estimar i/o odiar uns personatges que s'assemblen molt a uns amics nostres, a uns familiars... a nosaltres mateixos... Marilia Samper, i molt especialment els actors Carlota Olcina i Pau Roca, s'esforcen perquè ens creguem aquesta història, sense estridències, sense carregar les tintes. Només amb sinceritat, humilitat i la convicció de que s'està connectant amb l'espectador.

L'única cosa que podríem trobar al text, posats a buscar-li alguna cosa, és que s'allarga una mica massa en la resolució i acaba resultant excessivament ambiciós. Sense revelar res de l'argument, només diré que no calia anar tan enllà. L'epíleg m'hi sobra, tot i que és emotiu i deixa un nus -potser innecessari- a l'estómac.

Este es el tema; ¿Sois una pareja joven? ¿Os asusta tener un hijo? Id a ver esta magnífica comedia (¿seguro que es una comedia?) donde la incertidumbre está muy presente, pero también el buen rollo, el amor, algún problema… pero sobre todo encontraréis «conversaciones», las que mantienen una Carlota Olcina y un Pau Roca insuperables, dirigidos magistralmente por Marilia Samper. ¿Que más queréis? (coño, no estáis nunca contentos); pues sí, hay más: taquilla inversa, o sea que pagáis al salir en función de lo que os ha gustado la función, pero… preparad la cartera, puesto que os gustará mucho y querréis pagar el máximo (cuente que no hay límite). ¡No os la perdáis!

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