Sinopsis
En Parias los títeres son el símbolo brillante de la degradación y la marginación del ser humano; sus historias despiertan emociones que nos hacen tomar consciencia de que aún estamos vivos y tenemos criterios morales. Parias conmueve y obliga a la reflexión. Parias retoma temas y vías del teatro clásico, le devuelve al escenario su función social.
Los miserables: La pobreza y la mentira como forma de opresión son el hilo que teje esta historia. ¿Quién maneja a quién? ¿Quién engaña a quién? El títere mendigo pide limosna, y no encuentra piedad ni en el titiritero que lo maneja. No hay guiño posible, no hay tabla a la que agarrarse.
La cantante calva: El títere se maquilla, se embellece, busca en las telas y la peluca una forma de ser otro, lo que no es, que le haga sentirse amado, deseado, visto. Pero el espejismo es espejismo y no dura, se rompe y se desvela como ilusión fugaz.
Hamlet: Nace el títere al calor de la vela, respira, lucha con sus miedos y los vence. De lo más esquemático y sencillo llega a lo más enorme del teatro, al “ser o no ser” del maestro de maestros. Una historia donde, al calor del público, lo pequeño florece y se hace grande.
El tiranicida: Un títere empapado de clown que mata por placer, que disfruta con ello, puede llevar su obsesión tan lejos que se autodestruya como ilusión de vida. Un lúcido ensayo sobre la necesidad de los límites.
Castellano
En Parias los títeres son el símbolo brillante de la degradación y la marginación del ser humano; sus historias despiertan emociones que nos hacen tomar consciencia de que aún estamos vivos y tenemos criterios morales. Parias conmueve y obliga a la reflexión. Parias retoma temas y vías del teatro clásico, le devuelve al escenario su función social.
Los miserables: La pobreza y la mentira como forma de opresión son el hilo que teje esta historia. ¿Quién maneja a quién? ¿Quién engaña a quién? El títere mendigo pide limosna, y no encuentra piedad ni en el titiritero que lo maneja. No hay guiño posible, no hay tabla a la que agarrarse.
La cantante calva: El títere se maquilla, se embellece, busca en las telas y la peluca una forma de ser otro, lo que no es, que le haga sentirse amado, deseado, visto. Pero el espejismo es espejismo y no dura, se rompe y se desvela como ilusión fugaz.
Hamlet: Nace el títere al calor de la vela, respira, lucha con sus miedos y los vence. De lo más esquemático y sencillo llega a lo más enorme del teatro, al “ser o no ser” del maestro de maestros. Una historia donde, al calor del público, lo pequeño florece y se hace grande.
El tiranicida: Un títere empapado de clown que mata por placer, que disfruta con ello, puede llevar su obsesión tan lejos que se autodestruya como ilusión de vida. Un lúcido ensayo sobre la necesidad de los límites.
- Dirección:
Javier Aranda - Autoría:
Javier Aranda - Ayudantía de dirección:
Diago Lezaun - Manipulación:
Javier Aranda - Construcción de títeres:
Javier Aranda - Fotografía:
Javier Macipe - Vídeo:
Javier Macipe
- Miquel Gascon BazTeatre Barcelona
- Francesc Esteve i TomàsTeatre Barcelona
- Neus Mònico FernándezTeatre Barcelona
- Iván F. MulaTeatre Barcelona
- Josep OS