La compañía madrileña Aracaladanza lleva el Mercat de les Flors su trilogía de danza familiar inspirada en tres grandes pintores: El Bosco, René Magritte y Joan Miró.
Pocas veces una compañía de danza está un mes entero en un teatro. Para el Mercat de les Flors es la primera vez, y para ello han optado por la madrileña Aracaladanza, un referente de la danza familiar y una de las compañías españolas que más está girando dentro y fuera del Estado, en países como Francia , Inglaterra, China o México, donde esta temporada actuaron ante 2.300 personas. Para la compañía, encabezada por su director Ernesto Cabrera, «es un lujo y una oportunidad única para mostrar trilogía» y «una auténtica locura» porque han tenido que adaptar las piezas que ya no representan a los bailarines actuales de la compañía. «Hemos adaptado vestuario y algún movimiento porque son bailarines diferentes, pero a pesar de la tentación de hacer algunas modificaciones, hemos dejado las piezas tal y como eran para que la gente tenga la oportunidad de ver la evolución de la trilogía tal y como es».
PEQUEÑOS PARAÍSOS: EL BOSCO
La trilogía se inicia con Pequeños paraísos, una pieza estrenada en 2006 que llegó al Mercat de les Flors en 2008 y que selló una relación entre teatro y compañía que ha hecho que las dos siguientes obras ya hayan sido coproducidas por el Mercat.
La obra, inspirada en El jardín de las delicias del pintor holandés El Bosco, es una buena muestra de la importancia que da la compañía al trabajo escenográfico y también, la que tiene más presencia de títeres, una característica importante de Aracaladanza, dado que su director, el argentino afincado en Madrid Ernesto Cabrera, antes de coreógrafo, ya era titiritero. «Se dice que El Bosco es oscuro y religioso, pero yo veo esferas, cerezas, pétalos y personajes muy extraños», dice Cabrera, «por eso me pareció más fácil empezar por ahí, tomando algunos de estos personajes, y acabar con Miró, donde hay más conceptualidad y poder de síntesis». Reconoce, también, que hay una fascinación por el cuadro, «sólo llegar a Madrid, fui a El Prado a verlo».
NUBES: RENÉ MAGRITTE
Nubes se inspira en la obra surrealista del pintor belga René Magritte, y supone un paso más hacia la síntesis, «a tener cada vez menos elementos en el escenario», explica Cabrera, que tiene claro que no hay un movimiento para niños y niñas y uno para adultos, por lo que no hace ningún tipo de concesión, sino que intenta sorprender, captar la atención y atrapar la mirada de los niños en un espectáculo que nunca dura más de 50 minutos. No hay ningún cuadro, ni imágenes de ningún pintor, sino «colores, formas, objetos o personajes que creemos que se pueden adaptar a la dramaturgia de la obra», dice Cabrera, «queremos que los espectáculos tengan una identidad fuera de las obras de los pintores». Hay, sin embargo, asociaciones que hacen que los diferentes montajes consigan «que los niños tengan más ganas de conocer el personaje», dice el director del Mercat, Francesc Casadesús.
CONSTELACIONES: JOAN MIRÓ
«Constelaciones es el espectáculo que más me gusta de los tres, y también el que más me ha costado», explica el director. Pero Rosa Malet, directora de la Fundació Miró, abrió las puertas no sólo del museo, sino también de los archivos y así incluso salió una coreografía inspirada en una carta que del pintor en el que hablaba de la utilización de la espacio. «Me centré en la primera época más sucia, en la que Miró utilizaba telares, y también la del final, cuando se inspira con la escritura japonesa». Pero, evidentemente, también hay «la noche y las estrellas que le inspiraron, la base de la pirámide de su pintura». Como en el resto de piezas, no hay imágenes del pintor o sus cuadros, pero sí ha cogido los colores que más utilizaba para el vestuario y la dramaturgia. «Aunque no hay narrativa, que nunca usamos, sí hay elementos como la iluminación y el vestuario que unen las diferentes piezas».
Texto: Mercè Rubià
