Sergi Belbel estrena Això ja ho he viscut en la Biblioteca de Catalunya el próximo 12 de junio. Se trata de un texto del J.B. Priestley que, en palabras del director, es «un thriller con mucha intriga que reflexiona sobre la naturaleza del tiempo y tiene la virtud de lanzar un mensaje de esperanza muy necesario en estos tiempos infames que estamos viviendo». El espectáculo está protagonizado por Míriam Alamany, Sílvia Bel, Jordi Banacolocha, Roc Esquius, Carles Martínez y Lluís Soler.
El montaje narra la historia de un grupo de personas que vive en un hostal, cuya paz se ve perturbada por la llegada de un científico alemán. «Todo el montaje transmite una sensación de peligrosidad, pero es optimista porque deja claro que, pase lo que pase, siempre hay una salida», ha señalado Belbel. «Estamos en una época en la cual muchos tienen la sensación de estar metidos en una rueda infernal de la que no pueden salir, pero hay otras maneras de mirar nuestra fatalidad y Priestley propone una magistral», ha añadido.
El autor británico era admirador del filósofo Dunnei por sus «interesantes teorías sobre la naturaleza del tiempo, que entendía como una espiral, más que como una rueda, en la que los individuos tienen cierto margen de maniobra que les permite pasar de un círculo a otro».
Esta capacidad de incidir en el destino es la que imprime optimismo a la obra Priestley, un socialista utópico que vivió en la época de entreguerras.
«La sensación que una amenaza de grandes dimensiones se cierne sobre nosotros está presente en la obra, como lo estaba en la sociedad pocos años ante que estallara la II Guerra Mundial, pero también está presente la idea de que cualquier gran catástrofe se puede evitar», ha aclarado Belbel.
Una sensación que Belbel ha traducido en un montaje «íntimo», en el que «no se puede correr» y que tiene una duración de dos horas y cuarto, divididas por un entreacto, aunque dice que «no se hace largo». En la puesta en escena hay «una banda sonora, una iluminación y un vestuario muy cuidado» que remite a «Hitchcock y Lynch, los maestros de la tensión».
