La pequeña sala de la calle Riereta, en el Raval, recupera uno de los éxitos de las salas de proximidad de las últimas temporadas, Blanca desvelada.
Blanca desvelada, son dos historias que se entrelazan en el tiempo. Por un lado una mujer que da a luz en una prisión dos semanas antes de ser fusilada como presa política, y por otra la de una joven actriz que se gana la vida haciendo monólogos cómicos en bares mediocres y que tiene un importante conflicto con su madre.
Con dramaturgia e interpretación de Alejandra Jiménez-Cascón, es un texto humano, lleno de ternura y realidad donde dos seres humanos desnudan su parte más íntima con la voluntad de atrapar al espectador con su autenticidad y su fuerza. Desde su estreno ha pasado por varias salas y ha recibido elogiosas críticas allí donde se ha representado, convirtiéndose en un pequeño fenómeno del boca a boca de las salas de proximidad.
