Del 16 al 19 de octubre, el Festival Escena Poblenou se reafirma un año más —y ya van 24 ediciones— como uno de los eventos más comprometidos de la ciudad. Dirigido por Ada Vilaró, el festival vuelve a llenar las calles, plazas y espacios culturales del barrio del Poblenou con artes vivas, creación contemporánea y compromiso social, fiel a su espíritu feminista, comunitario y abierto a nuevas miradas.
Según explica su directora artística, Ada Vilaró, el festival sigue siendo “un espacio de encuentro, de pensamiento y de celebración colectiva”, con una apuesta clara por la proximidad y el riesgo, y por dar voz a las artistas que se atreven a mirar el mundo desde lugares nuevos, valientes y emocionales.
Un festival que transforma el barrio
Durante cuatro días, las artes escénicas colonizarán el Poblenou con 23 propuestas de 20 compañías locales, estatales y baleares, que podrán verse tanto en salas como en espacios públicos. En total, 12 piezas de sala y 11 de calle conforman una programación ecléctica que incluye espectáculos de danza, teatro, circo, clown, conciertos, performances y espacios de diálogo.
Entre las propuestas destacadas, el festival abrirá con Desferra, de la Cía. Miquel Barcelona, una pieza de danza sobre la transformación y la esperanza que apela a la creatividad como herramienta para habitar el presente. También llegará el esperado estreno de Nosaltres, els sense nom, una coproducción de Mos Maiorum con dramaturgia de Joan Yago, inspirada en la figura del líder anarquista Joan Garcia Oliver.
El festival también incorpora miradas lúdicas e irreverentes como Cançons que acaben en fade out, de La Copla de Wisconsin, que revisita la música de la Transición con humor, perspectiva feminista y espíritu queer; o Embolic, del clown Pau Palaus, un espectáculo poético y sin palabras sobre el poder liberador del juego.
Otras propuestas destacadas son Entre bous i vaques, de La Côte Folle, una pieza acrobática sobre la memoria y el paso del tiempo que contará con la participación de mujeres del barrio, y Meloncolia, del creador Joan Estrader, que combina absurdo, humor y poesía visual.
Apuesta por el talento balear
Una de las novedades de este año es la apuesta por la creación balear, con cuatro propuestas de artistas de las Islas. Destacan Peajes, de Clara Ingold, un concierto íntimo y teatral que mezcla música y humor; Zooller, de Sa Vorera des Tassó, una sátira sobre la transformación del mundo rural; y Conhort, de la compañía Hotel iocandi, una instalación escénica circular de circo contemporáneo que reflexiona sobre la fragilidad y el consuelo colectivo.
Cuatro líneas de apoyo a la creación
El festival consolida sus cuatro líneas de actuación —programación multidisciplinaria, apoyo a la creación, formación profesional y proyectos comunitarios— y amplía su impulso a nuevos talentos con diversas convocatorias.
La nueva iniciativa Les Escèniques, creada junto a La Bonne, l’Antic Teatre y la Fundació Brossa, apoya proyectos liderados por mujeres creadoras. La pieza seleccionada este año es Gossis, de Emma Bassas, una exploración sobre las violencias invisibilizadas en la maternidad.
También destaca la décima edición de Al meu barri fan performances, que en 2025 presenta Les Xinxes, de María La Culpa, un proyecto comunitario que recupera la memoria de las mujeres trabajadoras de la fábrica Godó, Germans i Cia. Dentro de la convocatoria Embrions, dedicada a proyectos en gestación, se han seleccionado cuatro piezas: Lady Bloom (La Quebrá), Xirinxina (L’Atapeïda), La casa intempèrie (PSIRC) y Out of Line (Kernel Dance Theatre).
Según Vilaró, las artes vivas “nos recuerdan que somos cuerpo, que somos comunidad y que tenemos el poder de imaginar mundos mejores”. Esta idea sintetiza el espíritu de un festival que, un año más, convierte el Poblenou en un espacio donde el riesgo y la belleza conviven en la calle, en la plaza y en la vida.
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