Shakespeare, Joan Sales, Palau i Fabre y Manuel de Pedrolo estarán presentes en la segunda temporada del TNC dirigida por Xavier Albertí, con la familia como eje temático y el teatro catalán durante el primer franquismo como epicentro.
Albertí ha programado hasta 22 espectáculos, 20 de ellos de producción propia, «porque es la función del teatro público«, asegura. Otra de sus prioridades es la recuperación de la tradición teatral de nuestra casa y de géneros despreciados u olvidados. Si la temporada pasada homenajeó el Paralelo con Taxi... al TNC y recuperó la figura de Serafí Pitarra, esta temporada el espectáculo que dará el pistoletazo de salida es Per començar… Sarsuela!, un viaje por la zarzuela catalana en la que se podrán oír piezas completamente desconocidas para el público, como resultado de una «profunda exhumación» que han hecho Albert Arribas, Lluïsa Cunillé y Josep M. Miró.
La familia, «un termómetro preciso para capturar la temperatura real de las transformaciones de cualquier época«, será el eje temático de la temporada, que llevará obras como Montenegro, una versión de las Comedias Bárbaras dirigida por Ernesto Caballero, director del Centro Dramático Nacional; El Presidente, de Thomas Bernhard; El sueño de una noche de verano de William Shakespeare; Sala de Miralls, a partir de los últimos dietarios de Feliu Formosa y para todos los públicos El Príncipe Feliz de Oscar Wilde dirigido por Jorge Picó. También volverá Liceistes i Cruzados de Serafí Pitarra, que la temporada pasada sólo se pudo ver tres días pero tuvo una gran acogida. Para hablar de familia y por encargo expreso del TNC, Narcís Comadira ha escrito L’hort de les oliveres, dirigida a petición suya por el mismo Albertí. Comadira, con su mirada nada convencional de la familia burguesa catalana, nos llevará a un terreno amenazado por inversiones inmobiliarias extranjeras y tropeles de turistas deseosos de instalar segundas residencias, que llevará la familia Bofill a discutir si es mejor vender -se o preservarlo.
Después de Navidad llegará quizás una de las propuestas más sorprendentes, Foot-ball, un espectáculo donde se combina fútbol y danza contemporánea. Cesc Gelabert dirigirá siete bailarines que jugarán a decodificar coreográficamente algunas de las mejores jugadas del Barça, que aparecerán en pantalla editadas por el cineasta Isaki Lacuesta. También se podrá ver No feu bromes amb l’amor de Alfred de Musset, una obra que explora la pulsión amorosa en los adolescentes; Ganes d’udolar, a partir de la obra poética de Alfonso Pexegueiro y L’art de la comèdia que, según su director, Lluís Homar, plantea «qué es y para qué sirve el teatro«. En febrero llegará Tirant lo Blanc, representado por la Jove Companyia del TNC. Xavier Albertí apostó la temporada pasada por este proyecto formativo dirigido a los jóvenes actores, que considera una estructura de país necesaria. Ahora, después de algunos cambios a raíz de las críticas de por las condicionales laborales de los jóvenes actores, quiere consolidar con la adaptación de este clásico de Joanot Martorell que han hecho Roger Cónsul y Pere Planella.
Purga, de Sofi Oksanen, nos llevará a las repúblicas bálticas después de la independencia. El director del Festival Grec, Ramon Simó, será el encargado de dirigir una obra «dura y violenta» que «radiografía una de las grandes cicatrices de Europa». Àlex Rigola, por su parte, llevará al escenario la gran novela catalana sobre la Guerra Civil, Incerta Glòria de Joan Sales. En un registro completamente diferente, El carrer Flanklin nos llevará, a través de una comedia alocada en una ciudad donde la crisis y los desahucios han hecho estragos. Josep Maria Miró será el encargado de dirigir un Albertí ahora sólo actor, que hará el papel de una señora de cuerpo masculino y que acompañará otros personajes como la sobrina de Margaret Tatcher o un banquero. Albert Lladó será el primer dramaturgo al verse beneficiado por el buzón digital de recepción de textos que el TNC abrió la temporada pasada. De los 92 textos recibidos, el Comité de Lectura del Teatro ha escogido su, La Mancha, del que han destacado «su mirada comprometida con nuestra realidad».
Josep Palau i Fabre y Manuel de Pedrolo serán los protagonistas del epicentro de la temporada, El origen del olvido, que nos llevará al teatro catalán durante el primer franquismo. Una época «de una asombrosa fertilidad» que ha quedado «prácticamente borrada del imaginario actual». Jordi Coca dirigirá Paraules d’un ritual per a Eletra, donde Fabre reescribe el mito clásico de Electra y Orestes como grito de alerta para «reconciliar una cultura escindida por los exilios«. Con la comedia La nostra mort de cada dia de Pedrolo, veremos el inicio de su teatro de compromiso político con influencias en los juegos metafóricos de Sartre y Camus.
Otra de las grandes apuestas de Albertí, iniciada con éxito la pasada temporada, son los coloquios y actividades paralelas a las funciones. Bernat Dedéu, Jordi Basté, Xavier Rubert de Ventós o Maria Barbal son algunos de los nombres que profundizarán en las temáticas relacionadas con las obras programadas. Cabe destacar también la complicidad con la Filmoteca de Catalunya, que durante toda la temporada programará películas o documentales relacionados con la obra en cartel.
Texto: Mercè Rubià
