El teatro del Espai Texas estrena un nuevo musical: Neon Hand. Se trata de un nuevo espectáculo dirigido por Roser Batalla y con música creada por Joan Vázquez, que debuta como compositor de la mano de Fran Arráez. El espectáculo, protagonizado por Rai Borrell, Xavier Mestres y el propio Vázquez, hará temporada a partir del 6 de octubre.
Neon Hand es un espectáculo que narra dos viajes paralelos: un físico, con Anton y Alain que llegan a Nueva York para presentar un musical en un club nocturno a la ciudad, y otro, mucho más interno, que explora la complejidad del proceso creativo. A través de encuentros misteriosos y el ambiente trepidante de la ciudad, la historia sigue a estos dos creadores mientras intentan encontrar inspiración para escribir una nueva obra y se enfrentan a sus propias dinámicas personales como letrista y compositor. Se trata de un musical con toques de comedia, suspense, cabaret y novela negra, que juega con los límites entre la realidad y la ficción, invitando al público a reflexionar sobre temas como las relaciones humanas, la creación artística o las distintas masculinidades.
«Escribir un musical es un proceso de colaboración, en el que música, libreto y letras deben acabar siendo parte de un todo», explica Joan Vázquez: «Para que un letrista y un compositor se entiendan deben agradar, hay que conocer, hacer cosas juntos, pasar alguna noche juntos sin dormir… para ver la vida de la misma manera. Pero también hay que dar espacio y es que la convivencia cuesta”. «Me interesaba también escribir sobre las diferentes masculinidades en juego enmarcadas en este escenario», comenta el autor: «La situación de los personajes me ha permitido explorar dinámicas entre dos hombres entre los que, aparentemente, la sensualidad, no es un factor «.
Un musical que bascula entre la realidad y la ficción
Neon Hand se inspira en la historia de un viaje que realizó el equipo de Paquito Forever para presentar el espectáculo en el club del actor Alan Cumming en el East Village neoyorquino. Pero, tal y como se plantea su autor: «¿Cuánto ficción hay realmente en nuestras vidas?». Vázquez explora cómo las experiencias personales y emocionales de los creadores se fusionan con las historias que escriben y cuestiona hasta qué punto la realidad es una extensión de las ficciones de los autores. A través de las vivencias de los protagonistas del musical, la obra invita a reflexionar sobre la autoficción como medio para explorar las propias limitaciones, inseguridades y conflictos internos. La línea difundida entre lo real y lo creado sugiere que, en muchos casos, el arte no sólo refleja la realidad, sino que también la construye o la transforma.
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