El Teatre Lliure acoge la adaptación del relato de Kafka Informe per a una Acadèmia, un monólogo protagonizado por Ivan Benet y con música de Silvia Pérez Cruz.
Ivan Benet dirige, interpreta y ha traducido del alemán al catalán Informe per a una Acadèmia, un cuento escrito por Kafka en 1917, dos años después de su conocido La Metamorfosis, sobre la vida de un mono transformado en humano que logra el éxito en el mundo del espectáculo. Un texto, ahora hecho monólogo, que Benet explica que encontró por casualidad, releyendo un libro de relatos del autor checo, donde quedó atrapado. «Era hipermoderno», narra el intérprete, y se propuso «ir al revés» de como se había representado hasta ahora en el teatro: a menudo se ha mostrado el protagonista con los rasgos propios del simio, pero Benet se basó en la descripción de Kafka que lo califica de «sorprendentemente humanizado». El simio que veremos en el Lliure no tiene cola, el mono no sale: «pero la lucha la gana Kafka -confiesa Benet-, y el animal aparece cuando menos lo esperas, de una manera contundente». Encontramos un Kafka «muy filosófico, muy juguetón, con mucha ironía y humor, pero a la vez con mala leche» y con un punto de denuncia que sorprendió a Benet.
Informe per a una Acadèmia es la conferencia que hace el mono sobre cómo ha aprendido a ser humano por repetición: una reflexión sobre temas como el honor y la libertad que es, en cierto modo, un espejo para nosotros. Un espejo donde el animal que todos llevamos dentro nos habla sobre cómo adaptarnos para ser aceptados, sobre cómo el alcohol y el tabaco fueron sus primeros «aprendizajes civilizados», y nos hace dudar de quién es el animal. «Aún así, no hay moral. Es una exposición muy fría, y el rebote en el espectador es muy fuerte -explica Benet-. Vemos la Europa actual, donde las libertades a veces no son como deberían ser«. El codirector de la obra Xavi Ricart, antiguo compañero de estudios de Benet en el Institut del Teatre, avisa de que «es un texto cargado de ideas y entre ellas habla de lo que es estar en un escaparate, cómo te tienes que adaptar a lo que los demás quieren, y si no lo haces eres tratado como un extraño».
ANIMALES MUSICALES
El hombre-mono de Benet aprende por oído, y gracias a esta capacidad desarrolla un gusto por el jazz y se convierte en cantante: Silvia Pérez Cruz ha compuesto la banda sonora, musicando letras de Benet y Kafka, y aportando la voz. La música, que aparece «en la cabeza del personaje», es jazz «con africanismos, toques de cabaret alemán de entreguerras y algo de cuerda», explica Benet, que también canta, pero «de una manera especial», porque es un mono.
Podéis hacer una cata musical de su versión del poema Freiheit (Libertad) -haciendo click en el nombre-, con música de Silvia Pérez Cruz y letra de Franz Kafka.
UN VIAJE EN UNA TARIMA
A pesar de ser teatro de texto, se trata de un montaje muy visual, un espectáculo muy plástico donde el espacio tiene un papel importante: una tarima de madera, «una caja de sorpresas», se transforma paralelamente a la metamorfosis del personaje. Jordi Queralt ha diseñado esta escenografía donde el escenario es «una precipitación de lo que tiene lugar en las páginas del relato. Un suelo que, a partir del movimiento del protagonista, nos guía en este viaje físico, pero también interior«.
Texto: Neus Riba
