Un actor diferente en cada función. Sin conocer el texto. Sin ensayos. Llega White Rabbit Red Rabbit en la sala Barts con nombres de lujo que van desde actrices como Clara Segura o Nora Navas a humoristas como Berto Romero y Silvia Abril, pasando por periodistas como Àngels Barceló y Jordi Basté. Ángel Llàcer será el primero en enfrentarse el reto el próximo 3 de abril.
Hace unos días me llegó un whatsapp de una amiga y compañera de Teatro Barcelona. «Mírate esto, que tiene buena pinta: @ WRabbitRRabbit ». Un usuario de Twitter, nada más. En ese momento todavía no hay ninguna información, pero ella, que sigue de cerca todo lo que hace Jordi Casanovas, lo ha pescado en su Facebook. Con este nombre, la garantía de un buen producto teatral está asegurada y me pongo a buscar. Aunque echo varias entradas en Google y vídeos en Youtube, en lugar explica de qué va la obra. Sólo veo que cada función la interpreta un actor diferente. Y no está mal qué actores: Whoopi Goldberg, Cyntia Nixon, Ken Loach, Josh Radnor,Patrick Wilson…
Finalmente llega la convocatoria para la presentación del espectáculo en Barcelona. Entramos en la sala Barts sabiendo sólo los intérpretes de este White Rabbit Red Rabbit barcelonés: Clara Segura, Nora Navas, Ángel Llàcer, Jordi Basté, Silvia Abril, Berto Romero, Àngels Barceló y Bruno Oro. No nos dan dossier y, aunque hay unas cuantas sillas delante de la prensa, no aparece nadie. Por último, no es ninguno de los actores que nos presenta la obra, sino la periodista Laura Serra, del Diario Ara. Le dan un sobre cerrado y empieza a leer.
Con una gracia que muchos quisiéramos, nos cuenta que White Rabbit Red Rabbit es una obra del dramaturgo iraní Nassim Soleimanpour y que se estrenó en el Festival Fringe de Edimburgo. Después de girar por 15 países alrededor del mundo, llega a Barcelona de la mano de Hause & Richman, la productora de Jordi Casanovas, y El Terrat. Parece que han cambiado los papeles y hoy seremos los periodistas que haremos la rueda de prensa. Toni Puntí, de TV3, lo tendrá fácil. Según las instrucciones que lee la improvisada presentadora, sólo tiene que contestar «no» a todas las preguntas. ¿Los actores conocen el texto antes de subir al escenario? No. ¿Hay ensayos? No. ¿Hay director? No. ¿Quieres que vayamos a cenar? Aquí se le escapa un sí…
INTERACCIÓN CON UN AUTOR QUE NO PUEDE SALIR DE SU PAÍS
Después de que Jordi Bordes, de El Punt-Avui, reparta el dossier de prensa por orden del guión, aparecen Andreu Buenafuente y Jordi Casanovas. Tampoco nos explican gran cosa, porque este es uno de los secretos de la obra, pero finalmente sabemos de donde nace todo. Y es en Twitter, precisamente. Paseando por las redes, Casanovas topa con un tuit de Iratí Cantoral, la actriz que en ese momento interpretaba uno de los papeles de su obra Idiota en México, donde explica que ha participado en una función de White Rabbit Red Rabbit. El dramaturgo comienza a buscar información y contacta con el autor. Al cabo de dos días tiene el texto.
«Con la primera lectura alucino», nos dice. Él, que vive «obsesionado con buscar nuevas fórmulas de escribir teatro y llevarlo a escena», reconoce que le habría encantado tener la idea y escribirlo. Pero no la envidia, porque el autor, en Nassim Soleimanpour, no puede salir de su país. Y esta es una de las claves de la obra. De alguna manera, con este texto, consigue traspasar fronteras. De hecho, Casanovas explica que «la parte más ingeniosa» es la interacción que hay durante la función entre el autor, el intérprete y el público. Cómo lo hace, si no está presente? «Es muy inteligente y encuentra la manera a través del texto».
SIN SPOILERS
«A mí no me toca hasta julio, el Hipo de Sant Feliu de Guíxols, pero ya estoy cagado. De hecho, cuando me lo propusieron ya me acojoné «, dice Andreu Buenafuente. «Pues imagínate el Ángeles o yo», le responde el Basté, que no se puede estar de preguntar a los productores «por qué demonios pensasteis con nosotros, si no somos actores?». Aquí el balón se en el tejado de Jordi Casanovas, que es el único que conoce el texto y, según Buenafuente, «da un poco de rabieta». «Buscábamos actores, humoristas, periodistas con especial conexión con el público, que sean capaces de romper la cuarta pared y encontrar soluciones cuando sea necesario. Su trabajo será comunicar las palabras de un autor que no spot desplazar «, explica. «O sea, que no basta con ser un gran actor o periodista -dice Buenafuente-, sino que nos hemos juntado los más locos de cada casa».
«Mucha gente no se creerá que no sabemos nada, pero es verdad», hace hincapié Silvia Abril. «Esta mañana lo he explicado en la radio antes de venir y nadie lo creía -añade Jordi Basté-. Pero os aseguro que yo, que soy un ciber hipocondríaco ya la mínima lo busco todo, en este caso no he buscado nada. Me parece que, ya que todo es una gran locura, mejor hacerla entera «. «Aunque hubieras buscado, no deberías encontrado nada», le responde Nora Navas, que sí ha hecho el intento. «Si, normalmente, antes de empezar una función -que he pasado meses assajant- ya tengo ganas de irse a casa y me pregunto por qué diablos me dedico a esto, no quiero ni pensar como estaré ese día», reconoce la actriz.
Pocas pistas más nos dan. Sabemos que cada día habrá una butaca vacía entre el público, al que pedirán que no apague el teléfono móvil, y que los actores sólo contarán con una escalera, una silla, dos vasos de agua y el famoso sobre cerrado. Nada más. La curiosidad está servida.
Sólo salir de la rueda de prensa, retorno el whatsapp: «Tenías razón. Ahora toca tirar al que ir a ver ». No me sorprende que las dos queramos ir por lo menos un par de días. Ni tampoco llegar a la misma conclusión: qué vista que tiene Jordi Casanovas. No sólo es un muy buen dramaturgo y director, sino también un gran programador.
Texto: Mercè Rubià
IRANIÀ
Dramaturg Iranià.
Iranià, Nassim Soleimanpour.
Del dramaturg iranià Nassim Soleimanpour.
Iranià
Iranià. Gràcies!!
Iranià
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