GREC 2023

Cataluña, tierra de circo

Rubén Garcia Espelta

El circo es un arte que tradicionalmente se ha asociado a la historia de las antiguas civilizaciones orientales oa la cultura mesopotámica. Los atletas griegos utilizaban juegos malabares para demostrar su fuerza, pero también se han hallado varias muestras en culturas insulares del pacífico o regiones aborígenes americanas, como los aztecas. Sin embargo, fueron los romanos los que aportaron la palabra y la relacionaron con el entretenimiento y la exposición pública. Durante la edad media se transformó en un arte nómada que viajaba de ciudad en ciudad embobando al público con saltimbanquis, música, bailes y narraciones de cuentos populares.

El circo moderno no se constituye hasta 1768, cuando se considera que nació en Londres gracias a Philip Astley. Desde entonces y hasta la actualidad, el género ha evolucionado mucho y Cataluña se ha convertido en un polo de referencia, en parte, gracias a los grandes profesionales que se han establecido, como Charlie Rivel o la extensa familia Raluy . Un ejemplo de este arraigo circense son los diversos certámenes, entre festivales y ferias, que se celebran cada año en ciudades como Reus, Gerona, Masnou, Amposta, La Bisbal d’Empordà. O a la gran labor que ha hecho (y hace) Jaume Mateu, Tortell Poltrona, en el Circ Cric del Montseny; la Central del Circ de Barcelona; el Ateneu Popular de Nou Barris; el Centre d’Arts del Circ Rogelio Rivel; L’Estruch de Sabadell o el museo Circusland de Besalú, entre otros muchos.

Jaume Mateu, també conegut com Tortell Poltrona

Cataluña es tierra de circo y ha vivido la transformación de un oficio de carácter familiar y dinástico. De las primeras compañías dedicadas al adiestramiento de animales, pasando por la irrupción de los grandes circos europeos a partir de 1922, hasta la desaparición de los grandes teatros del Paral·lel barcelonés y el auge de las compañías ambulantes. Hoy en día los lenguajes se han multiplicado: en el territorio convive el circo tradicional con compañías que hibridan lenguajes que suman música, teatro, audiovisuales o nuevas tecnologías. Carpas tradicionales y artistas que trabajan en espacios no convencionales. Cataluña está llena de artistas con un enorme talento, que han expandido los límites del género y que no siempre han visto reconocido debidamente su éxito… y han tenido que emigrar hacia Europa.

El circo: la gran apuesta del Grec

Afortunadamente, los tiempos cambian y por hacer valer este arte, a menudo poco conocido por el público catalán, el Grec apuesta con firmeza por el género. Un ejemplo es su doble inauguración, con escenarios tanto en Montjuïc como en el corazón de la ciudad, que cautivará la atención del público y pondrá de manifiesto la diversidad y la creatividad de este arte.

La compañía de circo contemporáneo australiana Gravity & Other Myths, reconocida mundialmente, será la encargada de dar el pistoletazo de salida al festival en el Teatre Grec con una de sus últimas creaciones. Tras el éxito de su participación con el espectáculo Backbone durante la edición de 2019, vuelven para presentar The Pulse. Bajo la dirección de Darcy Grant y con la fascinante composición musical de Ekrem Eli Phoenix, esta obra desafía los límites del circo contemporáneo con una nueva perspectiva artística.

The Pulse es un espectáculo que cautiva al público al convertirlo, junto a los acróbatas y el corazón, en un organismo cohesionado. A través de una coreografía sincronizada y cautivadora, la obra fusiona la destreza y la habilidad de los 24 artistas de la compañía con las 36 voces del Cor de Noies del Orfeó Català que dirige Buia Reixach. Con una precisión milimétrica, las imponentes estructuras humanas se mueven por un delicado entramado de cuerdas, en constante transformación, mientras las voces del corazón llenan el espacio. The Pulse nos transporta a un mundo donde la colectividad y la interconexión revelan fuerzas e ideas superiores, y nos brinda una experiencia teatral que nos recuerda nuestra capacidad como humanos para conectarnos y ayudarnos mutuamente a crecer.

Por otra parte, el Grec Ciutat, la sección descentralizada del festival que trae propuestas a los diversos barrios de la ciudad, dará el pistoletazo de salida con la obra Les Traceurs, creada por el coreógrafo Rachid Ouramdane. Se trata de una propuesta que combina la danza con el arte del equilibrio, gracias al funámbulo francés Nathan Paulin. Con sólo una cinta tensa (slackline) suspendida a gran altura, el artista desafiará las leyes de la gravedad para navegar entre los edificios del paseo de Gràcia barcelonés. Les Traceurs une la poética del testimonio con la compleja relación entre el ser humano y su entorno, pero también nos invita a reflexionar sobre cuestiones cruciales como la ecología, el medio ambiente y la responsabilidad que tenemos hacia el mundo que nos rodea.

‘Les Traceurs’ se podrá ver el 2 de julio en el Passig de Gràcia de Barcelona

El Grec 2023 promete ser una experiencia cultural extraordinaria, que combina la innovación artística con el entorno urbano de Barcelona. Participa de esta celebración de las artes escénicas y descubre el poder transformador de la cultura y la creatividad en uno de los eventos más destacados del verano barcelonés.

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Escrito por

Periodista y gestor cultural. Responsable de contenidos editoriales de TeatreBarcelona.com. Ha trabajo en medios como Catalunya Ràdio, El Periódico de Catalunya, La Xarxa, Ràdio 4 o Rac1.

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