Emma Arquillué y Pablo Macho Otero, o lo que es lo mismo la compañía La Bella Otero, propone a partir del 10 de junio y hasta el 2 de julio en La Villarroel el espectáculo A Fuego, un monólogo que, en clave de comedia reflexiona sobre temas como el sentido de la vida o el deseo humano de dejar huella y pasar a la posteridad.
A Fuego parte de la figura histórica de Heróstrato, un pastor de la Antigua Grecia que en el año 356 a. C. quemó el templo de Artemisa de Éfeso, considerado una de las siete maravillas del mundo antiguo. Tras ser detenido, interrogado y torturado, acabó confesando la verdadera razón que le había llevado a cometer aquel acto: pasar a la posteridad. En este monólogo, íntegramente en verso y en clave de comedia, veremos la fascinación que despierta esta historia en el autor-intérprete, en Pablo Macho Otero, y cómo ésta se convierte progresivamente en una obsesión, hasta hacerlo cometer un crimen a la altura de su ídolo infame.
La necesidad de llamar la atención, dejar constancia o el miedo a la muerte
«Heróstrato lo consiguió: su nombre ha logrado llegar hasta nuestros días y con esta obra precisamente lo que estoy haciendo es reavivar su recuerdo», comenta Pablo Macho Otero.»La expresión ‘dejar huella’ se entendería en el contexto actual como querer ser famoso a cualquier precio, sería como decir aquello de ‘me da igual que hablen bien o mal de mí, lo importante es que hablen de mí’ «, explica el protagonista y director del espectáculo: «Esta es la sensación de que a veces dan muchas figuras públicas que dicen tonterías a los medios sólo por el hecho de ser trending topic«.
«Llamar la atención, que la gente nos mire y nos escuche o que hablen de nosotros, es una manera de pasar la posteridad», comenta el actor, y esto conecta también con el deseo constante y actual de dejarlo todo inmortalizado en las redes sociales. «Estamos en un momento en que nos sentimos tan sólo que tenemos la necesidad constante de que la gente nos mire, nos dé su aprobación, que nos haga sentir que existimos, en definitiva», puntualiza la directora del espectáculo Emma Arquillué: » En este mundo tan individualista, hemos llegado a un punto de tanta soledad que necesitamos la mirada externa para sentir que existimos y dotarlo de sentido”.
A Fuego, reflexiona sobre la importancia que tiene para las personas pasar a la posteridad y ser recordados y el tema tiene mucho que ver en uno de los grandes miedos universales de la humanidad: la muerte.»Desde el orígen de los tiempos tenemos un miedo absurdo a la muerte. El miedo a la muerte nos ha llevado a inventarnos las religiones oa crear mitos y la civilización humana está basada en esto», comenta Pablo: «Pasar la posteridad es una forma atea de ser inmortal».
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