Dos mujeres van a la deriva sobre una ballena mientras pasan el rato como pueden. La suya es una metáfora de cómo puede llegar a ser la vida de mecánica, de repetitiva, de vacía.
En escena, Laia Alberch y Paula Ribó interpretan a estas dos mujeres y nos regalan una reflexión inteligente, divertida y con mucho sentido del humor sobre la insatisfacción y las trampas que nos tendemos a la vida. Sobre el deseo infinito de hacer y la incapacidad de empezar a andar.
Un montaje sencillo pero extremadamente eficaz que vale mucho la pena.