Porque son o somos complicados, y así se refleja en la obra de Ewald Palmetshofer, donde tres amigos -dos chicas y un chico- que hace un par de años que no se ven y habían tenido sus historias en el pasado, organizan un reencuentro en un hotel de montaña. Todo debería ir perfecto… si en el pasado hubiera sido perfecto. La obra tiene una estructura muy particular, donde los diálogos se detienen repentinamente para convertirse en monólogos que, rompiendo la cuarta pared, los actores se dirigen directamente a los espectadora. Interesante, bien dirigida e interpretada con soltura, lo que la hace creíble. Si se le escapa en el Maldà, la podréis recuperar en la Beckett. Leer más.
¡Enlace copiado!