Manteniendo aquella lentitud, indolencia y apatía que tan bien sabe imprimir Txèkhov a sus personajes, Oriol Tarrason (adaptador y director de este Vània) le ha inyectado una energía insólita que ha hecho que funcionara de manera diferente a lo visto hasta hoy, a pesar de ser fiel al texto original. Mérito de Les Antonietes y una suerte para los que hemos podido disfrutar del espectáculo. Nueve personajes, aquí reducidos a seis e interpretados por cinco actores, todos excelentes bajo la batuta del director. Escenografía sencilla, con economía de medios, pero efectiva. Imaginación versus teatro en crisis. Mientras tengamos el IVA de las revistas porno y el Hola al 4% y el de la cultura al 21% tendremos que funcionar así. Tenéis hasta el día 26 para verla. ¡No os despistéis!
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