Últimamente el teatro está cumpliendo con uno de sus objetivos: la visibilización de los colectivos vulnerables, marginados y olvidados de la mayoría. No es frecuente llevar al teatro los problemas de un grupo que en las sociedades más desarrolladas está en pleno crecimiento y empieza a crear preocupaciones y problemas.
Esta obra va de viejos, con uve y con mayúsculas, de instituciones que cuidan viejos y de todos los temas que los rodean: la soledad, la renuncia, el abandono, la sexualidad, la pérdida progresiva de la salud y de la fuerza, la falta de aceptación de la decadencia y también de la muerte digna. Y todo ello en forma de recortes fugaces, pasando por encima de puntillas pero con una gran carga de profundidad.
La Compañía “Les Antonietes” nació en 2007 con Maria Ibars y Annabel Castan. Oriol Tarrasón se incorporó en 2009 y desde entonces es su director habitual. Actualmente la Compañía está formada por el director, Annabel Castan y Mireia Illamola.
Oriol Tarrasón ha hecho las adaptaciones de todos los espectáculos que ha dirigido con esta Compañía. Un tramvia anomenat desig, Vània, Stockmann, Molt soroll per res, El mal de la joventut, Magnòlies negres. Fue nominado a la mejor adaptación de Vania por los Premios de la Crítica.
Con «Un dia qualsevol» ha creado un homenaje a la vejez, a la grandeza de lo vivido, al optimismo en la senectud y a la amistad. Podríamos pensar que es una obra cómica o más bien trágico-cómica, o humorística-agri-dulce. Todos estos aspectos están presentes en la obra de una manera elegante y contenida. Es muy difícil hacer comicidad de una situación irreversible, como el tiempo o la dirección inexorable hacia la muerte.
El teatro, lleno a rebosar de un público tirando a mayor, se llenó de risas desde un principio. Pensé que utilizarían un tono burlesco y no me gustaría. El tema era demasiado serio para hacer humor con él.
Tarrasón ha sabido encontrar el equilibrio entre la risa y el respeto. Ha sabido tratar con exquisitez la pérdida progresiva de todo y le pone optimismo creando situaciones irreales o fantásticas. El contraste de la enfermedad y la muerte cercana de una persona joven hace más visible la igualdad entre edades, el destino común de todos.
Es una obra de dos actrices y dos actores acompañados en muchos momentos por un grupo de figurantes, actores y actrices de más de 70 años que reciben al espectador antes de entrar en la sala y llenan el escenario en algunos momentos consiguiendo dar veracidad a la historia. Los dos actores son Pep Ferrer y Quimet Pla ambos muy conocidos por su constante presencia en el teatro, cine y televisión. Imma Colomer nos gusta siempre, haga lo que haga, porque siempre se entrega toda, se lanza y nos creemos todo lo que hace y dice.
Una obra llena de optimismo y reflexión que conviene no perderse.