Tu digues que l’estimes es sencilla en su planteamiento y directa en su ejecución. Nos encontramos ante la clásica comedia de enredos con un único objetivo, arrancar una sonrisa al público y hacerle pasar un buen rato con noventa minutos de teatro. Ni más, ni menos. Y es muy cierto que lo consigue. Con unos ingredientes básicos, Tu digues que l’estimes consigue crear una trama con golpes de efecto y algunas sorpresas que hacen que el conjunto resulte muy entretenido y poco previsible.
Si lo que os gusta son las comedias, os recomiendo que no os la perdáis.