Ni todos los actores son capaces de hacerse oír en la Biblioteca. El Timón de Atenas que ha inaugurado el Festival Shakespeare me ha aburrido. Lo he encontrado largo y la adaptación que se ha hecho (Selvas – Pompermayer) desafortunada. Ha empezado bien, pero con la aparición del Cobrador del Frac ha empezado a chirriar. Además la Biblioteca continúa teniendo problemas de acústica. Es un lugar precioso, pero fue construido como sala de hospital. Los de La Perla deberían empezar a pensar en soluciones definitivas.
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