Un Shakespeare extraño, pero interesante
Timó d'Atenes

Reconozco que, para mi sorpresa, este texto de Shakespeare no me acabó de convencer. De hecho, mi problema radica casi exclusivamente en el personaje de Timón, a quien no me acabo de creer después de su caída en desgracia. Dicho esto, la adaptación y dirección de David Selvas me parecieron magníficas, así como el trabajo de todo el reparto, en especial durante la fiesta salvaje de la primera parte en la que conocemos a los personajes y sus circunstancias personales. También me pareció impecable la escenografía (cambio incluido) y las luces, que ayudaban a crear los ambientes necesarios para que lucieran los monólogos de Manrique de la segunda parte. Un Shakespeare extraño pero que, como siempre, nos habla de aquí y ahora, aunque parezca increíble.