Que la gira del 50 aniversario del musical The Rocky Horror Show comience en Barcelona, y con el montaje del West End, es un privilegio. No sólo porque se trata de un fenómeno mundial, un espectáculo de culto que también pasó por la gran pantalla pocos años después de su estreno en el teatro; si no porque el elenco que lo conforma es el mismo que verías en Londres y eso a nivel de calidad, se nota (y se disfruta).
Si bien es verdad que quizás este no es un musical apto para todos los públicos, si te gustan los musicales, conoces un poco los grandes títulos que marcan el género y eres una persona curiosa, esta experiencia es para ti. Y digo experiencia y no espectáculo porque, a parte de que no se tienen muchas ocasiones para ver un musical en versión original en Barcelona, éste en concreto tiene todo un ritual entre el público más adepto: la gente va con ganas de pasárselo bien, de tararear canciones que se saben de memoria, bailar coreografías que traen más que ensayadas, venir disfrazados y disfrazadas de los míticos personajes de la historia y, no te extrañe ni te espante, gritar a los y las artistas en medio de la función. Es parte del juego que creó este fenómeno de culto, un canto a la libertad y diversidad sexual, que fue totalmente disruptivo en su momento y que incluso a día de hoy lo sigue siendo, viendo cómo está el panorama actual.
Es una fricada bizarra y súper divertida, a la que entrar con la mente abierta, sobre todo si no conoces nada de la historia del mismo. Y dejarse llevar por una músic (en directo) trepidante, unas voces que quitan el hipo y unas interpretaciones a la altura.
Muy contadas veces podrás tener la oportunidad de ver un show del West End sin moverte de Barcelona, ¡no lo dejes escapar!
