Nada presagiaba el mal final de este Somni americà. Tanto las compañías implicadas (La Kompanyia del Lliure y Les Antonietes) como los textos de partida parecían, a priori, garantía de calidad. En cambio, en mi opinión, el montaje no da la talla. Oriol Tarrasón, el autor del texto, opta por dar muchas cosas por sobreentendidas y acaba firmando un texto con personajes esquemáticos, situaciones arquetípicas y lugares comunes que sólo adquieren significado si el espectador controla todas las referencias implícitas que el autor tiene en la cabeza. Un texto que no funciona bien por sí mismo y que sólo se salva por las entregadas interpretaciones de un excelente reparto que transmite ese aire de decadencia y fracaso que acaba siendo el único mensaje. Una lástima.
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