Smiley es una comedia romántica que rompe moldes. Y no, no por su temática, que quizás también, sino porque eleva el género a la categoría de arte. Smiley hace reír y emociona, sus protagonistas desprenden personalidad y no cae en el recurso fácil ni previsible. El monólogo inicial es para enmarcarlo y, a partir de aquel momento ya no puedes evitar enamorarte de la historia. Yo tuve la suerte de ver el primer montaje en la Sala Flyhard, pero estoy segura de que mantiene todas sus virtudes. Una obra ideal para ver en pareja, seguro que acertáis.
Más información en catalán sobre el montaje en la Sala Flyhard (diciembre de 2012)
El pasado jueves 5 de febrero asistimos al reestreno de Smiley en el Club Capitol.
Más información en catalán sobre el reestreno en el Club Capitol (marzo de 2015)