Componentes de exgrupo pop buscan su razón de ser

Pornopop

Pornopop
03/07/2019

Pornopop fue una famosa all girl band que se disolvió por culpa de los egos y antagonismos de sus componentes. Han pasado algunos años y aun siendo jóvenes, la vida les (y las) ha cambiado mucho. No es la historia de un reencuentro años después, sea por dinero o por añorar la fama sino más bien el retrato de cuatro personalidades antagónicas, cada una con un mundo interior y exterior radicalmente, casi demasiado, diferente y excesivo. Y es que cada acción que llevan a cabo, cada intervención es para realzar esos caracteres extremos, lo que explica no sólo porqué se pudo romper el grupo sino que nos planteamos cómo pudo llegar a funcionar. Y es que al final, se reencuentran para ver si allí está lo que hace tanto que buscan, la felicidad y la identidad.

De hecho, la propuesta parece más bien ejercicios de interpretación individuales a los que ha costado ligar en una historia común (desde una monja a una que bordea la autodestrucción, por ejemplo) y ello tiene un precio, que la historia no fluye de forma natural y se hace repetitiva, por falta de matices, escaso desarrollo de motivaciones, evolución de los personajes a los que cuesta entender…

Lo mejor: las interpretaciones. Son 5 actrices jóvenes, muy apoyadas en Clara Solé (Fun Home, Tot el que no ens vam dir…), pero muy solventes. Y la música de Marc Sambola, delicada, marcando, señalando, acompañando los momentos clave, una música adulta lejos de lo fácil.

Lo menos bueno: la canción trans, demasiado simplista. Hay que pasar por/querer ser hombre siendo mujer porque como hombre todo es más fácil. Y ya. Pues no. Igualmente, los groseramente ridículos personajes masculinos.

En resumen: interpretaciones de calidad en un reparto muy joven y entregado en una propuesta sobre la búsqueda de un lugar en el mundo a la que le falta, para mí, pulirla para que funcione como una única historia.

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