Empezó como experimento de 20 minutos, pasó a 40 para represetnarla en Azoteas y ahora dura 80 en La Villarroel, además se han añadido dos ayudantes a la dramaturgia y del castellano ha pasado a bilingüe (cast-cat). No sé, no sé; me temo que tantos cambios no le han hecho ningún favor. La obra es divertida, la situación ingeniosa y los actores la defienden bien. Las discusiones de las dos hermanas con el cuñado de sparring divertidas, pero en general me ha parecido alargada. También entiendo que no se pueden abrir las puertas de un teatro como La Villarroel por tan solo 40 minutos. Leer más.
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