Marilia Samper vuelve a acertar de lleno y, en esta ocasión, lo hace con una obra que esconde mucho más de lo que puede parecer de entrada. Así, durante una hora y cuarto asistimos a una batalla entre formas opuestas de afrontar la vida, a través del humor y de un diálogo muy ágil. De hecho, como ha demostrado en obras como Animals de companyia o Pulmons, la también autora de la obra es toda una experta en aportar ritmo a la acción y en la dirección de actores, consiguiendo llenar el alargado escenario de La Villarroel con sólo tres intérpretes. Sin duda, el dinamismo con que se desarrolla la obra atrapa al espectador, a la vez que lo hace un texto lleno de ideas realistas con las que es casi imposible no sentirse identificado de alguna forma u otra. En este sentido, la obra llega a un público bastante amplio, desde el que busca una comedia por sólo distraerse hasta ese más exigente que quiere profundizar en la temática planteada. Y es que, se busque lo que se busque, estos Petits monstres bien valen una visita en La Villarroel.
¡Enlace copiado!