Una obra para reflexionar

Ni con tres vidas que tuviera

Ni con tres vidas que tuviera
24/09/2018

Hablar sobre terrorismo nunca es fácil y hacerlo desde la piel del terrorista, menos. Basada en una entrevista de Jordi Évole a Iñaki Recarte, el autor, José Pascual Abellán hace reflexionar al espectador sobre lo que hay detrás del «Terrorista» que no es ni más ni menos que una persona. Una persona, que mirandolo friamente ha realizado actos que no merecen perdón y sin sentido, o… ¿lo tienen? ¿Perdón y sentido?

Aunque visto desde el punto de vista de un terrorista arrepentido que ha abandonado la banda armada y que está convencido de que que el mal causado no tiene sentido ni solución, nos deja ver la psicología, la causa y los motivos que llevan a un joven de 20 años a matar a alguien, sin importar mucho a quien, ni las personas que pueden verse afectadas, ya sean como familiares o como víctimas inocentes, daños colaterales de un atentado.

También nos enfrenta a este personaje, que se siente culpable, pero que intenta convivir con esa culpa, a la hija de un matrimonio fallecido en la explosión de un coche bomba. ¿Que puede sentir una mujer que se quedó siendo una niña? ¿Odio, Rabia? ¿O quizás solo necesita comprender para encontrar algo de paz? En este tema no hay blancos ni negros. Hay tantos grises diferentes como personas involucradas. Mas bien, tantas, como personas hay en el mundo.

A veces hay que hacer un esfuerzo de abstracción e intentar ponerse en la piel tanto del villano como de la victima e intentar comprender.

Que cada uno saque sus propias conclusiones.

PD: A destacar la interpretación de Jorge Cabrera que se enfrenta y defiende a este personaje tan complejo desde la humildad, sin ideas preconcevidas, con maestría, desde la verdad y desde la necesidad de hacernos entender o, al menos, que nos cuestionemos cosas, porque esa es la única forma de convertirnos mejores personas.

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