Divertida, original y tierna propuesta en forma de soliloquio cómplice, emotivo y cercano. «Mirta en espera» es una actitud vital, optimista, es vivir en una película a la medida de nuestros deseos, es esperar a que llegue la felicidad justo cuando acabas de tropezar. Y nada empalagoso.
Mirta, actriz sin éxito, espera sentada -literalmente- que llegue un representante que le dé un empujón – el definitivo, el que hace tiempo que espera- a su carrera. También (des)espera que llegue el amor, que todo encaje y tenga éxito. Y es que Mirta vive como si protagonizara una película: y lo hace: la de su vida. Ella sigue esperando el final feliz. Mientras lo hace, una constante en su vida, conocemos fragmentos de su biografía, un hilarante viaje a Londres, sus anhelos, ensaya cómo reaccionará el día que esté nominada a los Oscar, habla con su madre, asoman las desilusiones, revive su vida amorosa, renuncia a sí misma para gustar…
Ángela Palacios ( «Sólo creo en el fuego»), actriz y dramaturga, nos hace reír mucho, nos toca el alma, nos hace sentir como si conociéramos a Mirta de siempre, o aún mejor, la quisiéramos conocer para siempre y, en definitiva, nos vemos a nosotros mismos como si fuera un espejo. ¿Cuántas veces no hemos esperado que llegue aquello por lo que hemos luchado y no llega? ¿No hemos imaginado grandes discursos que acompañen a grandes éxitos? ¿Hacemos algo más que esperar a que todo encaje como en un cuento con final feliz? Y todo esto lo hace con multitud de recursos, canta, actúa, hay un poco de clown…
En RESUMEN: una historia tierna, inteligente y divertidísima, que os pintará, perdonad el tópico, una sonrisa en la cara que no se desvanecerá cuando se enciendan las luces. Y aún así, nos veremos reflejados en cómo esperamos y esperamos que todo se ponga en su sitio sin actuar y arriesgarnos. Una maravilla aparentemente sencilla, de lectura universal y con capas y más capas de la que querréis más y más (yo l ahe visto unas cinco veces y ya espero la próxima).