Sol Picó creó su propia compañía profesional de danza contemporánea en 1994. Desde entonces no ha parado de acumular premios y galardones entre los que destacamos el Premio Nacional de Danza en 2016 en la modalidad de creación y coreografía y la Creu de Sant Jordi.
Estrenó “Malditas plumas” en Castellón en 2020 y este año se presenta en el Festival Grec. Gracias al TNC digital hemos tenido el privilegio de verlo antes de la presentación oficial.
Como todas las obras de Sol Picó, “Malditas plumas” está cargada de simbolismos. Las plumas has sido el elemento decorativo de las vedettes del cabaré y Can-Can. Y este es el trasfondo de la obra. Una artista de cabaré que aspira a ser una gran actriz y que no pasa de corista. Este tema le sirve para hablar del paso del tiempo, de la decadencia, de la aceptación de la muerte. Cuelgan plumas blancas por todo el escenario en el que se mueve la Picó con gestos de marioneta resquebrajada o de alma abatida. La pluma blanca ha sido un símbolo de cobardía, pero también de paz, coraje o persistencia.
La gran coreógrafa Sol Picó combina teatro y danza, crea historias, baila con el argumento, habla de sentimientos con la más atrevida expresión corporal. Ella es todo, habla, canta, baila con un sello absolutamente reconocible “marca de la casa” desde las “puntas” al más puro contemporáneo.
Hay una escena especialmente remarcable. Es el duelo escénico con Roger Julià, actor, músico y director musical. Ella inicia un striptease, más cómico que sensual, más torpe que sugerente y continua con la participación del músico que le embadurna el cuerpo con una substancia con la que pega plumas negras mientras los dos bailan entrelazados sobre una plataforma redonda giratoria. Él, con voz de contratenor canta una tonada de música antigua que los acerca a las antiguas prácticas en las que “emplumar” era un castigo público generalmente a una mujer adúltera o celestina que era paseada y abucheada por la gente. Esta práctica se utilizó hasta bien entrado el siglo XIX. Las plumas negras son también una señal de que la sabiduría y la magia son accesibles. Y mágica también ha sido la escena y la pieza que nos han regalado. Muchas gracias.