La felicidad es un camino, no un destino

MARILULA

MARILULA
19/09/2014

En esta ocasión mi clasificación es la máxima, ya que me gustó todo: el texto, la escenografía, la iluminación y una interpretación extraordinaria. Los efectos visuales y la música me parecieron geniales!!!. He tenido muy en cuenta a la hora de valorar la actuación de Mónica Glaenzel que me ha sorprendido muchísimo, ya que sólo tenía como referencia de ella, su papel de Emma en la serie Plats Bruts y debo reconocer que su interpretación me atrapó desde el principio. Sólo entrar en la sala nos encontramos a una chica que está sola, pero enseguida nos damos cuenta que en realidad no lo está, nosotros también formamos parte de la escenografía, ya que nos vemos reflejados en un espejo inmenso que hay en el fondo de el escenario. Se trata de un monólogo donde se nos plantea las insatisfacciones y reflexiones que muchos de nosotros nos hemos hecho alguna vez a lo largo de la vida. Mónica Glaenzel sabe dosificar de una manera inteligente, con pequeñas pinceladas de humor temas tan duros como son la depresión, la crisis o el suicidio; analizando los pros y contras de su vida y los cambios que le han ido sucediendo.

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