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La insignificancia, último eslabón de la precariedad

L’hora de l’estrella

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L’hora de l’estrella → Teatre Tantarantana
17/10/2025 - Teatre Tantarantana

Clarice Lispector terminó esta novela justo un mes antes de su muerte (1977). Felicitamos a la Compañía La impostora por haber llevado al teatro por primera vez en Catalunya esta maravillosa pieza traducida al catalán por Josep Domènech i Ponsatí en 2020.

Clarice Lispector en el prólogo dice que es un libro inacabado porque le falta la respuesta. La novela tiene una estructura curiosa. Escrita en tercera persona por un narrador aquiescente, él reflexiona sobre el hecho de contar esta historia y mezclarla con la propia, con sus sentimientos sobre la compasión y la injusticia social. Él va creando el personaje a medida que va hablando sin saber demasiado bien hacia dónde le llevará. Se analiza a sí mismo, se hace preguntas, se interroga a medida que va apareciendo. Es la voz de la autora y su reflexión.

La obra dirigida por Diana Dibau, sustituye a este narrador por la voz de las intérpretes Anna Claramonte, Cristina Terzi, Pau Rosell y Glòria Prunés que van alternando la narración con la interpretación de manera dinámica perdiendo por el camino las reflexiones del narrador y, por tanto, de la propia autora.

Es una obra muy cruda, real aunque sea inventada, una vida como miles. La protagonista de esta historia, por no tener, “apenas tiene un cuerpo para vender, es virgen e inocua, nadie la echa de menos”.

Lispector pone en palabras lo que Macabea no es capaz de decir ni de oír porque tiene un vacío en el alma. La tristeza y el futuro son lujos que ella no puede permitirse. Ella vive sin ser consciente de su existencia, es de una extrema simplicidad. Incluso la autora, en boca del narrador, se siente culpable de haber creado una figura tan insignificante. Por parte de Macabea no hay queja alguna, no se desprende lucha, ni rebeldía ninguna. Y por eso transmite una profunda desolación. Nos han sorprendido las carcajadas que salían del público. Puede que la dirección o la interpretación no hayan sabido transmitir lo que la protagonista no es capaz de sentir o bien, a veces reímos porque la situación es tan fuerte que debemos reír para rebajar la tensión. Lo dejo porque cuando vayáis (no os la perdáis) reflexionéis sobre este apasionante personaje.

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