Estos son algunos de los ingredientes claves del misterio que se esconde detrás de L’assassí imprevist.
La expresividad de Albert Requena, único actor en escena, deslumbra la sala Badabadoc. Las peculiares personalidades que se desprenden de los más de 12 personajes, que él mismo representa, consiguen atrapar la atención y las risas del público.
La obra empieza con la persecución del personaje principal, el Señor X. Un hombre como cualquier otro, notario de profesión, separado y con un perro. Este estará encarcelado hasta que cuente lo sucedido con la familia Smith.
A través de diferentes flashbacks en el tiempo, se explica la trama desde los distintos puntos de vista de los distintos implicados. Todo ello, con un ritmo que promueve la atención y concentración para no perderse ningún detalle.
Dado que la puesta en escena es minimalista, el espectador puede sentir en sus propias carnes el misterio, el miedo y las dudas que vive el Señor X. Los otros personajes aportan un toque de humor y sátira, que gracias a la cómica interpretación de Albert, una historia de género negro se convierte en algo divertido.
L’assassí imprevist es una adaptación libre del relato de Francesc Marí, historiador y escritor barcelonés, dirigida por Montse Bonet. Una obra que desearas que no se termine.