La puesta en escena de David McVicar, nos cautivó desde el inicio; una mezcla de clasicismo y de una visión totalmente actualizada en el teatro de hoy en día; vestuarios y mobiliario de época, entrelazados con elementos rompedores y realmente impactantes, a base de grandes cortinajes que rodean la escena y que la delimitan a veces a una pequeña parte del escenario y siempre con la misma base de una escenografía común, presidida por una enorme lápida con el nombre de la protagonista: Violetta, encima de la cual se representa la totalidad de la ópera. Una relectura contemporánea que nos gustó mucho, muchísimo, ayudada por una extraordinaria iluminación de Jennifer Tipton.
Disfrutamos de lo lindo de casi todas las voces del reparto que nos tocó por suerte, pero hay que decir que el disfrute más importante fue consecuencia de la maravillosa voz de la soprano Patrizia Ciofi, que nos dejó en muchos momentos casi sin aliento.
Crónica completa (en catalán)