Es el segundo texto de Josep Maria Miró del tríptico de la Epifanía que empezó con “El cos més bonic que s’haurà trobat mai en aquest lloc” interpretado por Pere Arquillué. La majordoma es otro monólogo interpretado por Rosa Renom.
Una mujer regresa a su casa después de 27 años de haber abandonado al marido. Es una historia que requeriría un debate profundo. Miró nos hace pensar, nos enoja y nos enfrenta a una situación insoportable. Miró nos interperpela porque sabe que muchos de nosotros lo habríamos terminado de otra forma. Es la historia del poder, del abuso, de la crueldad y de la anestesia que sigue a un dolor tan hondo que hace difícil entender el porqué de la serenidad, de la aceptación y del regreso. El autor con esta pieza, plantea un problema actual, en el que aparecen todas las ambiciones incontroladas, la corrupción, el chantaje y el placer de la violencia. Miró no se conforma con ello y añade un toque de misterio que mantiene la atención durante toda la obra.
Un trabajo actoral exigente para ella y para el público, sin concesión alguna y que gracias a la impecable dirección de Xavier Albertí se puede seguir una historia para la que crea una escenografía minimalista, desnuda de todo tipo de elementos en la que lo único que resalta es la voz de la Renom casi sin emociones, sin pausas pero modulada adecuadamente para que se entienda muy bien. Si en el primero había una composición musical con aire barroco, en ésta, Rosa Renom trabaja infatigablemente durante una hora y media sin ningún elemento distractor ni apenas luces.
Esta obra es destacable por el texto que atrapa pero también es por ella y su excelente interpretación.