En el Maldà, Lloll Bertran se ha hecho un cabaré a medida. Con Ariadna Cabiró al piano y Eduard Autonell como soporte, una de las cómicas por excelencia del país nos explica, en clave de farsa, la historia del barón de Maldà, y trufa la historia con canciones bien conocidas por todos (Fumando espero, L’himne dels pirates, Maria de West Side Story…) con las letras debidamente alteradas y traducidas al catalán.
Con un buen ritmo y un sentido del humor muy personal (que no rehúye las bromas políticas), Lloll Bertran demuestra su gran habilidad como show woman y da forma a un espectáculo entretenido que entusiasmará a sus incondicionales.