Un grito liberador desde hace siglos

La dona que va cridar tant que es va buidar

La dona que va cridar tant que es va buidar
19/05/2022

La Compañía “Les Fugitives” nos presenta este espectáculo escrito, dirigido e interpretado por Maria Ten. Es una reestrena ya que se representó el año pasado durante un mes.

Es un grito femenino acumulado en el vientre desde hace generaciones y personificado en cuatro mujeres de las cuatro obras más conocidas y representadas de Àngel Guimerà, “La filla del mar”, “Mar i cel”, “Maria Rosa” y “Terra Baixa”.  Cuatro mujeres que han hecho historia por la vida que les dio el teatro del siglo XIX, Àgata, Blanca, Maria Rosa y Marta. Las de “Les Fugitives” son mujeres actuales que gritan, lloran, piden, suplican, dudan y buscan la felicidad aunque a todas les cuesta encontrarla.

Son necesarios muy pocos elementos escenográficos para situar al público en diferentes espacios y escenas. Marc Velasco Soldevila pone a disposición de la actriz un elemento básico, una escalera, que podría simbolizar los triángulos amorosos y destructivos de las obras de Guimerà.

La escalera es el centro del escenario y de la acción y en todas las escenas juega un papel diferente. Es un excelente recurso para ser utilizado en diferentes posiciones y momentos escénicos. En cambio, no son tan acertadas las prolongadas ráfagas de luces estroboscópicas para demostrar la rabia. Con la imaginación que han demostrado con otros elementos, podrían haber encontrado otras soluciones.

Maria Ten es la única actriz en escena y destaca su magnífica interpretación y versatilidad. Ella encarna a cuatro mujeres cambiando la voz, el registro o la actitud corporal. Ellas son todas las mujeres de las obras de Guimerà que el público va descubriendo a lo largo del espectáculo con pequeñas pistas o discretos guiños que nos sitúan en cada una de las obras. Las reconocemos por su sufrimiento, por la situación dramática que les toca vivir, por la incapacidad que tienen para decidir sobre su propia vida, sus inseguridades, sus dudas y porque pertenecen a otro que las manda y destruye. Tienen que cambiar muchas cosas para que la opresión pueda liberarse con un grito. Pero ellas lo hacen y gritan. Posiblemente en las montañas de la Tierra Alta o en el mar, Agata, Blanca, Maria Rosa o Marta gritaron pero nadie las oyó y así se quedaron vacías.

Aprovechad para ir a verlas. Esta vez estarán pocos días.

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