La Cubana es parte de la historia viva del teatro catalán contemporáneo. Nacidos de un grupo de teatro amateur afincado en Sitges (como recuerdan al mundo siempre que tienen ocasión), hicieron un hueco en el panorama teatral gracias a sus alocadas acciones de teatro de calle y espectáculos transgresores como Cómeme el coco negro o Cegada de amor, que se caracterizaban por un humor sin complejos, un lenguaje cercano y familiar y la ruptura de la cuarta pared, con la consiguiente participación del público durante toda la representación.
Campanadas de boda es la síntesis del espíritu y la experiencia adquirida de La Cubana: una catarsis de lenguaje cubanero. En dos horas de función viajas por el vodevil con entradas y salidas vertiginosas y equívocos constantes, pasando por los delirios musicales, la interacción con los audiovisuales y… la gran sorpresa final. Ese momento de magia que tan bien sabe crear La Cubana, cuando te convierten en el protagonista de la historia y constatas que, como cantan en su canción principal, «todos hacemos teatro en algún momento».
Si eliges verá Campanadas, prepárate para vivir la boda más bestia y exuberante de tu vida. La Cubana se entrega al público: dicen que no saben hacerlo de otra manera. Si pueden hacer las cosas grandes, no las harán pequeñas. Cada detalle de este espectáculo está pensado para que flipes mucho: desde los cientos de ramos de flores que decoran todo el teatro hasta la multitud de indios que bailarán al ritmo de la versión bollywodiana de «Palabras de amor» del Serrat (un puntazo).
Una reverencia a los Reyes de la Comedia. No os la dejéis perder.