Drama familiar entre fantasía y realidad

La casa del dolor

La casa del dolor
28/06/2022

La desaparición del hijo predilecto de unos padres hace que emerjan todos los fantasmas de una familia acomodada, los conflictos de relación que existían entre ellos y los problemas de cada uno.

Es un argumento que ya se ha visto otras veces. Recuerdo la película “Festen” de Vinterberg y Mogens Rukovd (1998) y que fue representada en Catalunya en teatro en 2005 con una adaptación de Bo Hansen. Aquello era un verdadero drama en el que detrás del lujo, la riqueza y el encanto de una familia burguesa con una aparente relación impecable se escondía una verdadera tragedia.

Puede que Víctor Sánchez Rodríguez nos quería decir precisamente que no es una situación especial ni insólita: unos celos destructores hacia el hermano perfecto, una necesidad de posesión por parte de la madre, una manera de transmitir unos gustos y predilecciones del padre. Todo ello es muy frecuente en las relaciones familiares. Lo más original es la manera de presentarlo aunque no sea de lo más comprensible pero mantiene la intriga a pesar de los elementos oníricos, simbólicos e incluso extravagantes.

Los sueños o alucinaciones se suceden en diferentes escenas hábilmente distribuidas por el escenógrafo Max Gaenzel quien con pocos elementos y cambios de luces mueve los espacios con gran facilidad. Es la escenografía lo que más llama la atención y da cuerpo a unas situaciones absurdas y fantasmagóricas y consigue que te atrape desde el primer momento ya que un gran espacio lo convierte en tres o cuatro según las escenas. Los seis actores y actrices (Antonio Escámez, Júlia Genís, Lina Lambert, Pol Monen y Carles Sanjaime) van desfilando de manera caótica siguiendo sus propios miedos, angustias y preocupaciones.

Un momento especialmente delicioso es la canción de “Te busco” de Victor Víctor bien cantada por Amparo Fernández quien a pesar de ser un personaje secundario destaca por su versatilidad con papeles muy distintos, con diferentes registros y grados de dificultad.

El tema era ambicioso y prometía pero se ha quedado a medio camino entre el drama y la fantasía.

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