Kolmanskop es un montaje de una gran belleza, cargado de poesía y visceralidad. En un espacio escénico dominado por unas lianas de lana que nos transportarán a diferentes escenarios, Laura Tamayo se interroga sobre el sentido de una existencia a la que intenta dar forma a través de diferentes historias que acumula en su cuerpo.
Con una puesta en escena precisa y evocadora, y una intérprete potente y valiente en escena, Kolmanskop es uno de aquellos montajes para ir a disfrutar con los ojos y la piel, para dejarse interrogar y para disfrutar de la incertidumbre.