Te tendrías que decidir porque esto de hablar es muy anticuado, una auténtica pérdida de tiempo que tenemos que restar del ñaca ñaca. Y es que los tiempos han cambiado y ahora ya no se lleva esto de primero conocerse y explicarse cosas, no estamos a la prehistoria; ahora se va más al grano. Con este planteamiento Sandra Bravo ha montado una dramaturgia —dicho así parece una cosa horrorosa— muy buena, divertida y que aprovecha para hacer una crítica de los tiempos de la inmediatez: todo ahora y deprisa. Formidable las actuaciones de Núria Florensa y Edgar Manjarrés dirigidos por la misma autora. Miniteatres en estado puro. Id, id que ya hacéis tarde.
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