Aunque estos adjetivos los podemos aplicar en la cabeza del artista que nos ocupa, en este caso hacen referencia a su último espectáculo: Godoy y yo. A sus 72 años, uno de los primeros monologuistas sigue demostrando que está en plena forma con un nuevo texto y con más fuerza que nunca. Una puesta en escena inmejorable nos presenta a un Godoy como nunca lo habíamos visto; una mezcla de madurez e inocencia, un Godoy que refleja la fuerza de un niño travieso y la experiencia de un sabio al servicio del humor. Godoy y yo es un espectáculo absolutamente imprescindible con la duración justa y la clase que siempre le rodea. No te lo pierdas, porque conociendo al Maestro, ya estará pensando en el próximo espectáculo.
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