Aparecen los actores por el patio de butacas y nos invitan a este viaje, que empieza con una enumeración de todo lo que llega a las costas por mar. Posiblemente el capítulo más oscuro de la historia reciente de Galicia.
Así comienza la transformación de un personaje a otro frente a un público que apenas puede pestañear desde el patio de butacas. Las proyecciones, las risas, los aplausos, las celebraciones y la lluvia de dinero, con algo de sátira, con algo de parodia incluso, pero atención porque a todo esto le seguirá el drama.
Narcos, policías y políticos corruptos, pero también jóvenes atrapados en una realidad de la que no pueden escapar, o madres que reclaman responsabilidades políticas. Un abanico de personajes anónimos que los actores interpretan con agradecida desenvoltura, y es que el juego teatral está servido. El acento colombiano, gallego o marroquí se mezclan en este viaje, desde una nueva perspectiva hasta ahora: la teatral (bien alejada de la conocida serie televisiva). El público se implica desde el primer minuto.
Un magnífico elenco dirigido por el actor y director gallego Tito Asorey. Música en vivo, humor y drama se mezclan con inteligencia en un montaje teatral con ritmo trepidante. Una historia escrita por Nacho Carretero y adaptada al teatro junto a José L. Prieto.
Cris Iglesias, Marcos Pereiro, María Vázquez, Sergio Zearreta, Xosé A. Tuoriñán y Víctor Duplá nos hacen reír a pesar de la crudeza de algunas escenas y movernos tanto a ritmo de batería, bajo y guitarra eléctrica (con banda sonora firmada por el grupo Novedades Carminha) como a ritmo de bailes populares. Es un viaje al corazón de los protagonistas anónimos que conforman la obra y así conceden a esta historia ahora su versión más social. Teatro puro para reflejar una dura realidad. No se lo pierdan.