Un viaje interior y exterior, sencillo y valiente

Et vindré a tapar

Et vindré a tapar
03/02/2019

A menudo las altas expectativas juegan en contra. Había leído tanto y todo tan magnífico sobre esta propuesta de )e(spai en construcció que estaba convencido de que vería una obra de esas que te marcan, con alguna similitud con Blanca desvelada: pequeño formato (sea eso lo que sea), un tratamiento diferente, original y cautivador de un tema que puede cansar por demasiado visto como la Guerra Civil, el drama de las mujeres que perdieron a sus hombres sin poder ni enterrarlos y descansando en las interpretaciones, el reto de transmitir mucho con duración reducida y pocos elementos accesorios … En fin, todo a favor y, claro, esperaba más.

No me ha llegado lo principal, el drama de la protagonista, demasiado fría y distante. En cambio, funciona muy bien como espejo de la amistad femenina (quien te sigue donde sea necesario y quien, finalmente, te dice «hasta aquí»).

Una mujer se cansa de esperar ( «Esperar sin esperanza es la verdadera heroicidad«) y decide iniciar un viaje -que haces tuyo- para averiguar qué ha pasado con su Joan, desaparecido hace cuatro años, acompañada de dos amigas, excelentemente interpretadas por Maite Bassa y Blanca Solé (La rebel·lia possible).

Una inteligente, precisa y minimalista puesta en escena y una brillante ambientación sonora-musical pero transiciones demasiado lentas y «teatrales» entre escenas que me hacían desconectar y personajes oníricos-surreales-humorísticos algo exagerados.

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